Estadios de béisbol, estacionamientos de universidades y centros culturales e iglesias de los estados de la frontera norte del país se alistan ante la amenaza de deportaciones masivas de connacionales hecha por el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, a días de que asuma, el próximo 20 de enero.
En Chihuahua, la gobernadora Maru Campus dijo que, de ser necesario, el estadio “Monumental”, casa del equipo de béisbol Dorados de Chihuahua, se convertirá en albergue.
En tanto, el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, ya está montando diversas carpas en puntos estratégicos de la ciudad para albergar a las personas deportadas.
En Nuevo León, la Arquidiócesis señaló que está preparando las iglesias de 19 municipios para albergar a los paisanos; mientras el gobierno estatal comenzó a fortalecer las casas de atención a migrantes.
La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Avila, informó que se instalan ocho albergues, cinco en Tijuana y tres en Mexicali, exclusivamente para atender las deportaciones.
“Los albergues que nosotros estamos planteando son pensados para las personas que sean repatriadas y que vengan de norte a sur y que sean mexicanos, no extranjeros, eso tiene que quedar bien claro, los mexicanos serán bienvenidos a su país, aquí los vamos a recibir y a respetar sus derechos humanos”, subrayó Marina del Pilar.
En Mexicali se empezó a hacer mediciones del estacionamiento del Centro Recreativo de Educación y Activación Física y el Centro de Ferias, Eventos y Exposiciones, para calcular la capacidad de cada uno para recibir a los connacionales.
El gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, anunció que en Ciudad Victoria las instalaciones del DIF se convertirán en albergues temporales para los migrantes deportados. Mientras que en Sonora, Alfonso Durazo aseguró que alistan instalaciones y apoyar a ONG 's.
Con información de G. Moreno, A. Montenegro y F. Guevara
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