El financiamiento a la vivienda de interés social no ha sido atractivo para la banca, ya que en los últimos cinco años y siete meses la cartera de este subsegmento de crédito registra tasas reales de crecimiento negativas.
De 2019 a julio de 2024 el saldo de crédito vigente para la adquisición de vivienda de interés social otorgado por la banca comercial al sector privado registró una caída en promedio anual de 9 por ciento en términos reales, con base en cifras de Banco de México.
En 2021, a un año de iniciada la pandemia de COVID-19, fue en el que se observó la mayor contracción en este portafolio crediticio con una tasa de menos 16 por ciento y un saldo de 49.3 mil millones de pesos.
Y si bien, a partir del siguiente se desaceleró la velocidad con la que venía contrayéndose esta cartera, a julio aún se reportan tasas negativas, pero ya de solo un dígito al ubicarse en menos 2.9 por ciento real.
A decir del área de BBVA Research para México está situación responde, en parte, a una menor demanda por parte de los mexicanos ante el aumento en el empleo formal y la mejora salarial que se ha dado durante la presente administración.
Estas tasas negativas se observan desde 2014, en el que este saldo registró una contracción de 4.3 por ciento, al caer 12.8 por ciento al cierre de 2018, sumando 64.4 mil millones de pesos de cartera.
Cabe mencionar que, entre los proyectos de gobierno de la aún presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, está la de impulsar la vivienda, en particular de interés social, a través del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).
PAL