Cuando E. Flo (Edgar Flores) le dijo a su papá que emprendería el viaje a la inversa, que él había hecho varios años atrás, le contestó: “Yo vine aquí a darte una vida mejor, si sientes que tu vida está mejor para tu familia en la Ciudad de México vete a la aventura, pero aquí es tu casa, puedes regresar cuando quieras”. Sus padres, él de Guadalajara y ella de Zacatecas, se conocieron en Disneylandia e hicieron vida juntos en Los Ángeles, donde nació Flores y sus hermanos.
“Siempre me hablaron de la cultura, de temas de México, celebramos la Navidad un poquito diferente, ese día hacemos tamales”, cuenta en un español que revela su raíz mexicoamericana. Hace ocho años, Edgar emigró con su familia de Estados Unidos a México, donde inició una vida ligada al arte que jamás imaginó: “Cuando llegué aquí todo explotó, porque ya podía vivirlo; muchas de mis obras son de cultura de México, porque lo entendí, me gustó, pero si no lo vives, si no estás cerca de la cultura, nunca lo vas a entender como persona”.
Junto con su esposa, E.Flo, abrió este año una galería-estudio en la San Miguel Chapultepec. Antes trabajaba como diseñador de videojuegos, donde le ofrecieron mudarse a México, pero una vez terminado el contrato comenzó a pintar y para su sorpresa vendió el cuadro: “Yo nunca pensé en ser artista profesional, en esos tiempos piensas en Diego Rivera, en Picasso”.
Sus raíces y el encuentro con México despertaron una paleta saturada de color en la que empezaron a predominar motivos nacionales como catrinas, cactáceas, Frida Kahlo y paisajes o elementos icónicos de la ciudad como los taxis, algunos monumentos, los triciclos donde se venden elotes o los héroes enmascarados. E. Flo reconoce su estilo en el arte urbano que vio desde niño en Los Ángeles, en su raíz como diseñador y en su reencuentro con el país donde ahora vive.
Ya estando aquí, un día fue a la arena a ver la lucha libre y Edgar se sintió como un niño. La admiración que siempre sintió por Blue Demon (su papá la tiene por El Santo) llegó al lienzo y comenzó a pintarlo. Otro día llevó un cuadro al luchador para que lo firmara y así nació una amistad que le llevó a pintar varios murales en sus tiendas, así como a intervenir para él algunas botellas de tequila. Su trabajo se ha extendido a esas superficies y también a cajas de puros.
“Mis colores son intensos como la ciudad, como el corazón, como la cultura, es algo feliz, me encanta jugar con los colores, me encanta que cuando la gente ve mis cuadros saltan los colores, te pegan; el rosita mexicano, el azul, que es como la Casa Azul, todos los colores. Me siento como en una celebración, siento que es algo diferente, me gusta pensar que la gente cuando ve la obra, piensa que México es cultura”, dice.
- La galería de E. Flo se ubica en Luis G. Vieyra 38, col. San Miguel Chapultepec
- Su trabajo puede conocerse en @eflo_art, @galeriaestudio_e.floart y www.eflo-art.com
- Además de lienzos, trabaja interviniendo botellas de tequila y mezcal y cajas de puros
PAL