La obra musical de Amy Beach, Fanny Mendelssohn, Mónica O’Reilly, Clara Schumann y otras compositoras contemporáneas como las mexicanas Jimena Contreras y Nur Slim será interpretada en la 36 edición del Festival de Música de Morelia (FMM), que este año está dedicado a visibilizar el papel de las mujeres en la música.
Verónica Bernal, directora del encuentro que sucede del 15 al 24 de noviembre, recordó que este año las agrupaciones nacionales e internacionales, deben interpretar, por una formalidad incluida, al menos una pieza creada por compositoras.
“Por mucho tiempo las mujeres fueron invisibilizadas en la música, no sólo porque se consideraba que lo que ellas hacían era sinónimo de poca calidad o banal, sino porque sus piezas eran registradas bajo seudónimos o con el nombre del esposo, el hijo o el padre, quedando exiliadas de cualquier reconocimiento. Hoy no podemos continuar sin nombrarlas y, sobre todo, no podemos repetir el mismo error de no visibilizarlas”, dijo en entrevista con Cúpula.
“Se puede decir, de alguna manera, que somos más libres y representadas, pero hablando del ámbito musical, ¿cuántas mujeres están al frente de una orquesta internacional?, ¿cuántas músicas forman parte de ellas?, y ¿cuántas tienen la oportunidad de ser madres y continuar siendo profesionales?, no es que no se les permita, es que, al igual que en cualquier profesión, ser mamá significa tener que demostrar que sigues siendo apta y que contra viento y marea, aún con tu hijo, tu trabajo no va a perder calidad y va a continuar siendo la prioridad. Actualmente, cualquier mujer que decide convertirse en madre o que se dedica al cuidado tiene tres responsabilidades: la de maternar y/o cuidar, la de ser profesional y la de demostrar que esta condición no las hace bajar su nivel, es una situación que los hombres no tienen que atravesar”.
Para un festival como el de Morelia “es imprescindible darle voz a las mujeres dentro del ámbito de la música”. Por este motivo, agrupaciones como la Orquesta Filarmónica de Rotterdam abre el festival con la Obertura en Do Mayor de Fanny Mendelssohn; el GlassDuo, creado por Anna y Arkadiusz Szafraniec, presenta piezas de Joanna Bruzdowicz; el trío Bamberg Baroque toca la Sonata para flauta y bajo continuo en La Menor de Wilhemine von Bayreuth; y los músicos William Harvey y Dmitri Dudin presentan, entre otras piezas, Romance 6 de Amy Beach.
Como parte de la programación “se va a llevar a cabo un coloquio en el que participan compositoras, investigadoras y docentes de la música, quienes van a abordar temas relacionados con la música sinfónica, la ópera nueva y transdisciplina; Lorena María Peugnet Díaz va a hablar de Von Paradis (1759-1824) y Kirsgessner (1769-1808) dos compositoras ciegas; la profesora Saskia Roures Navarro reflexionará sobre mujeres organistas”. La idea es generar una visión de la mujer como creadora a través del tiempo, una en la que las infancias y juventudes se sientan incluidas.
“El festival ha ido sembrando semillas que ahora son frutos, no sólo porque ahora nos vemos a futuro estudiando música, sino porque logramos acercamos a las personas que no habían tenido nunca un acercamiento a la cultura y el arte”, señaló Bernal.
Sobre los retos que enfrenta el FMM, explicó, el mayor es el tema económico: “Las políticas culturales reducen cada vez más los presupuestos que tienen los tres niveles de gobierno para apoyar este tipo de proyectos.
Para los que somos más independientes, porque entra mayormente la iniciativa privada, falta una reforma que permita que las empresas deduzcan al menos 50 por ciento del apoyo, como sucede en el extranjero. En México quienes apoyan festivales pueden deducir 35 por ciento, pero en otros países pueden deducir hasta 50 por ciento, y eso ayuda a que cada vez más gente quiera apoyar”, señaló la continuadora del sueño de Miguel Bernal.
Por Azaneth Cruz
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