En la víspera del inicio de la temporada decembrina, las posadas tradicionales en México enfrentaran un incremento en costos de 20 por ciento, lo que significará que para 10 personas la celebración costará un promedio de ocho mil 400 pesos.
De acuerdo con un sondeo de mercado realizado por la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) se estima que la celebración que el año pasado costo alrededor de siete mil pesos, este año, aumente otros mil 400 pesos, siendo el mayor gasto el que se emplee en la cena con un costo de tres mil pesos.
Le sigue entre los gastos a considerar en una posada la compra de bebidas alcohólicas con un promedio de dos mil 600 pesos, seguido de las botanas con mil pesos, además de las decoraciones que serían otros 700 pesos más.
Si a la celebración se le agrega velas y luces de bengala se deberá pagar otros 600 pesos y no podía faltar la piñata llena de dulces que representa unos 500 pesos.
A estos gastos habrá que sumar el del intercambio de regalos que no baja de 500 pesos por persona y, por supuesto, el atuendo en caso de estrenar en el evento que puede implicar un gasto de entre tres mil y cinco mil pesos por la vestimenta básica para un hombre de pantalón, camisa y zapatos, o blusa en lugar de camisa, en el caso de mujeres.
Y es que, según la ANPEC, la posada tradicional está en extinción, pues el evento con un enfoque religioso y apegada a las raíces culturales mexicanas suele observarse más en las comunidades rurales y pueblos mágicos mexicanos donde se aplican además procesiones, cánticos religiosos y la representación del peregrinaje de María y José, se incluye el rezo del rosario, villancicos y la entrega de dulces y frutas.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC, apuntó que “La inflación mata la tradición y el factor económico se convierte en el principal lastre que agüita la participación de celebraciones como la posada”.
Agregó que incluso muchas de las grandes empresas, por razones de austeridad, han ido disminuyendo el tamaño de la posada para sus trabajadores y otras incluso han cancelado el evento.
“Cada vez son menos este tipo de convivencias sociales. De ahí que podamos afirmar que las posadas se encuentran en proceso de extinción”, concluyó.
Por Yazmín Zaragoza
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