A reserva de que sus amenazas de realizar las mayores deportaciones de la historia se puedan convertir en acciones, el virtual presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, enfrentará una realidad: hacerlo puede llevarle años y enormes costos económicos.
Especialmente en algunos sectores que dependen de la mano de obra de miles de migrantes, muchos de ellos indocumentados. Tal es el caso de la agricultura y la construcción.
Las autoridades estiman que hay unos 11 millones de migrantes viviendo irregularmente en EU, la gran mayoría provenientes de México. Cerca de 8.3 millones de ellos trabajaban en 2022, según el Pew Research Center, el equivalente a poco menos de 5% de la fuerza laboral total.
Los juicios por deportación suman ahora 3.7 millones y si se agregan los de estimados 11 millones que se supone residen ilegalmente en el país, los procesos podrían terminar en 2040, mientras los costos de la deportación podrían estar entre 150 mil y 350 mil millones de dólares, solo por el gasto en personal e instalaciones.
En algunos sectores clave los migrantes son mucho más numerosos, según el Consejo Estadounidense de Inmigración (AIC).
"Las industrias de la construcción o la agricultura perderían a por lo menos uno de cada ocho trabajadores, mientras que en la hotelería, uno de cada 14 sería deportado debido a su estatus irregular", estimó esa entidad.
El efecto sería todavía más fuerte en otros oficios: "Más del 30%" entre los trabajadores de la mampostería, techadores y pintores, y una cuarta parte en el sector de limpieza doméstica.
Estimaciones de expertos tomadas por Axios, señalan que "una cosa es pedir la mayor deportación en la historia de EU, y otra muy distinta es llevarla a cabo logísticamente, dado el complejo proceso de localizar, detener, retener y desalojar a las personas que se encuentran en Estados Unidos ilegalmente", precisó.
Paralelamente, el periódico The Hiill consignó que se espera que la administración Trump ponga atención sobre los procesos de inmigración y naturalización legales, amén de sus esfuerzos contra migrantes ilegales.
Según Rafael Bernal, de The Hill, el gobierno Trump buscará desacelerar el ritmo de aprobación de solicitudes y redirigir recursos a buscar fraudes en solicitudes antiguas, incluidas las naturalizaciones.
"Creo que es seguro asumir que no habrá un intento de desnaturalizar a Elon Musk. Creo que probablemente podamos adivinarlo. Pero creo que podría terminar teniendo un efecto paralizante en la gente”, dijo Stuart Anderson, director de la Fundación Nacional para la Política Estadounidense (NFAP).
El puro proceso judicial ilustra la situación. Al ritmo actual, el sistema de inmigración de Estados Unidos tardará cuatro años en resolver los 3.7 millones de casos atrasados en los tribunales, pero ese retraso podría llegar a 16 años con el plan de deportación masiva del presidente electo Trump.
Tom Homan, 'zar de la frontera' designado, dijo a la cadena estadounidense FOX que la administración Trump "se concentrará primero en las amenazas a la seguridad pública y a la seguridad nacional, porque son las peores de las peores. Así que lo peor será lo primero".
PAL