La excelente reputación que solían tener los aviones boeing se esfumó, luego de que el pasado 5 de enero, un avión de Alaska Airlines perdiera un panel que dejó un gran hueco, poco después de su despegue de Portland, en Estados Unidos.
La causa del accidente no ha sido determinada. Y pese a que el accidente quedó en un "susto" (sin muertos ni personas gravemente heridas), decenas de aviones están siendo inspeccionados, lo que ha dejado pérdidas inigualables.
La calidad y seguridad de sus aeroplanos ahora es cuestionada, ya que no es la primera vez que pasa un incidente de este tipo.
En 2018 y 2019, hubo dos accidentes mortales que involucran aviones Boeing 737 Max 8 en los que murieron 346 personas en Indonesia y Etiopía.
La Administración Federal de Aviación (FAA) emprendió un marcaje férreo sobre el fabricante para asegurarse de que no se repite un susto –o algo peor– como el que afectó al vuelo 1282 de Alaska Airlines.
El último anuncio de la FAA apuntó a que los 737 Max 9 tardarán en volar y volverán a hacerlo de forma gradual y bajo vigilancia especial.
POR SAYURI LÓPEZ
EEZ
