Durante 2020 investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) iniciaron el envasamiento de agua de lluvia purificada para consumo humano en botellas de vidrio de 500 mililitros, que se comercializa en 23 pesos, pero actualmente está en proceso de cambiar su presentación a plástico para ofrecer un producto más económico, informó Lourdes Maya.
La encargada del proyecto desarrollado en el Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales (ICAR), señaló que la nueva presentación está por salir en uno o dos meses, a un precio de 12 pesos; y aunque las botellas de plástico tienen desventajas ambientales y conservan menos las propiedades del agua, es más aceptada por el precio.
“Inicialmente decidimos envasarlo en cristal, porque nuestro proyecto es sustentable; sin embargo, actualmente estamos haciendo la transición a plástico para abaratar costos y ser competitivos con las empresas”, dijo.
En 2021 el ICAR registró ante el IMPI la marca denominada “LluviaICAR”, también en ese año empezó a venderse en el instituto y ahora se comercializa en comunidades cercanas.
La experta destacó que ante el cambio climático, aprovechar el agua de lluvia es una opción, no sólo para actividades domésticas, sino también para el consumo humano.
El agua LluviaICAR pasa por varios procesos de purificación, filtración y eliminación de contaminantes, para cumplir con la norma 127 sobre parámetros permisibles de agua para consumo humano, y cuenta con el soporte del ISO 9001-2015.
En 2019, investigadores del ICAR, ubicado en una zona rural de San Cayetano Morelos en Toluca, implementaron un sistema de potabilización de agua de lluvia. Del recurso captado, producen tres tipos de agua: la utilizada para servicios del instituto, la bebible y la desionizada para los laboratorios; las dos últimas se comercializan.
El sistema del instituto tiene una capacidad de captar mil 700 metros cúbicos de agua pluvial, pero sólo captan 140 metros cúbicos por la limitante del almacenamiento.
PAL