Cancer de mama

Familia con cáncer sin rastro de herencia genética

Abuela, madre e hija, con diagnóstico positivo, sin ser herencia genética

Familia con cáncer sin rastro de herencia genética
Foto: Especial

Abuela, madre e hija fueron diagnosticadas con cáncer, tres tipos diferentes y sin tener ningún rastro de herencia genética. La matriarca falleció tras un agresivo cáncer de páncreas. Georgina programó una cita médica para una revisión mamaria tras detectar una bolita en el seno izquierdo, su hija quiso aprovechar para hacerse una revisión de rutina. Primero el diagnóstico fue positivo para la madre, y más tarde, también positivo para su hija.

“Hace tres años, precisamente en el mes de octubre fue diagnosticado cáncer de mama. A mi mamá le diagnosticaron cáncer de páncreas, ella duró un año y tres meses (con vida). Yo fui su cuidadora principal. Dos años después de su muerte, a mí me dieron el diagnóstico: cáncer en el seno izquierdo. Y al mes diagnosticaron a mi hija mayor también con cáncer de seno”, comentó Georgina Marín, a El Heraldo de México.

Antonia, madre de Georgina, vivió un cáncer extremadamente agresivo. Al pasar gran parte del tiempo con ella, se empapó de la terminología de la enfermedad, los tratamientos, la psicología positiva.

“Cuando diagnosticaron a mi mamá me explicaron que era muy corto el tiempo que viviría porque el cáncer era muy agresivo. Fue tan silencioso que cuando el diagnóstico, ya tenía metástasis en hígado, en vesícula, páncreas. Le daban 15 meses de vida a lo mucho. Entonces sí me pegó mucho. Pero afortunadamente mi madre no tuvo dolores fuertes, sólo una vez necesitó un parche de morfina”.

En plena pandemia, en 2020, Georgina recibió dos diagnósticos positivos, el de ella y el de su hija. Al ser ya tres casos cancerígenos en la familia, se sometieron a un examen genético pensando en los demás miembros, pero salió negativo. Es decir, “no nos ha tocado la lotería pero nos tocó el cáncer”.

Georgina considera que la enfermedad de su madre la preparó para enfrentar lo que vendría después, aunque no tenía idea que la vida y el cáncer la retarían a ella también y a su propia hija simultáneamente.

“Yo estuve con mi mamá en el hospital 24x24 durante toda la semana. No solo veía el 

cáncer de mi mamá, veía todo tipo de cáncer en el hospital. Era ver todos los días una enfermedad diferente, y una historia diferente. Yo creo que eso me preparó, aunque claro que no sabía que eso me iba a pasar”.

En el Instituto de Cancerología de Jalisco aprendió a combatir la enfermedad hasta con humor para poder disfrutar cada momento de vida. Ella suele presentarse como una ‘mujer despechada’ y se divierte con la reacción del receptor, hasta que le explica con una amplia sonrisa que tuvo una mastectomía (le fue extirpado el seno).

¿Cómo se aprende a sonreír a la enfermedad? Georgina responde: “desde el día uno, porque cuando ya no tenía cabello decía: ‘hoy sí, no tengo un pelo de tonta’. Y todos se reían”.

Sobre todo fortaleció una de sus virtudes, ser empática con los demás, especialmente con otros pacientes con cáncer. Al grado que ha gestado un grupo con medio centenar de mujeres que están combatiendo el cáncer.

“El grupo comenzó con la pacientita que estaba a mi lado durante mi primer quimioterapia y luego la que estaba sentada enfrente, así poco a poco nos fuimos integrando durante las ocho quimioterapias. Al día de hoy, ya somos 50 mujeres”.

Este grupo se llama ‘Unidas por siempre’, aunque la mayoría las conoce como ‘Mujeres Chingonas’ y participan activamente en la Asociación Civil Nariz Roja para inspirar y ayudar a otras féminas y a niños que tienen cáncer. Han creado una red de apoyo para conseguir medicamentos o recursos económicos para tratamiento médico, para alimentar la autoestima, para apapacharse entre todas. Especialmente, para tocar la campana al salir victoriosas de la enfermedad.

ALIENTO

Desde el día uno aprendió a combatir su enfermedad con optimismo  y buen humor.

Fortaleció una virtud: ser empática con los demás, especialmente con pacientes.

Creó un grupo con 50 mujeres que luchan contra el cáncer.

Participan activamente en la Asociación Civil Nariz Roja para inspirar y ayudar a otras.

OPCIÓN NATURAL

  1. Cuando su mamá tuvo cáncer, estuvo con ella en el hospital.
  2. Ahí todos los días veía un tipo de cáncer diferente.
  3. Conoció diversas historias de pacientes.
  4. Eso la preparó sin saber que iba a padecer de este mal.

ACTITUD

La madre de Georgina, al salir del hospital seguía alegre

SOLIDARIA

La hija de Georgina le cortó el pelo cuando comenzó a caer.

FRASE: “Estuve con mi mamá en el hospital 24x24, veía todo tipo de cáncer en el hospital”, Georgina Marín, sobreviviente de cáncer.

Por: Adriana Luna

EEZ

Temas