La contrarreforma eléctrica no debe ser aprobada con el objetivo de dejar un legado político de esta administración, pues sus consecuencias económicas van a afectar a los consumidores y a los inversionistas, dijo Enoch Castellanos, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra).
Durante los foros de la reforma eléctrica, el directivo afirmó que la iniciativa provoca incertidumbre para la inversión privada, lo cual también afecta la generación de empleos en el sector y resta competitividad a nuestro país.
“Se debe revisar la propuesta, no estoy de acuerdo en que se toque la Constitución para dejar un legado político, porque vamos a entorpecer la llegada de inversiones futuras y el cubrir las necesidades del pueblo”, mencionó Castellanos.
Explicó que la reforma implica regresar a un modelo que ya fue probado en México y que demostró no ser eficiente para los consumidores y para el Estado.
“No queremos volver a un monopolio donde toda la cadena de valor regrese a manos de la CFE, porque ya lo tuvimos y ello generó sendos problemas a finales de los ochentas y principios de los noventas; hay en juego apagones y el que no haya energía para mover motores y máquinas para la planta de producción nacional”, advirtió.
Añadió que la reforma no se apega a las mejores prácticas internacionales, pues no contempla el desarrollo futuro de redes eléctricas inteligentes, microredes, almacenamiento de energía como ya sucede en Europa, entre otras iniciativas.
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