El empresariado atraviesa un momento de definiciones. El mundo, México y la sociedad han cambiado, y el sector privado renovará pronto su liderazgo al frente del Consejo Coordinador Empresarial.
El Proyecto por un CCE fuerte e incluyente propone una ruta para dar mayor fuerza, eficacia y capacidad de gestión al órgano cúpula nacional. Este Proyecto contempla cuatro ejes: Trabajar, Incluir, Dialogar y Reinventar.
- Trabajar, para que el sector privado aproveche mejor las circunstancias del contexto global. México tiene la oportunidad de ser más competitivo, detonar inversión y aumentar su planta productiva ante la situación China-Estados Unidos, y por la voluntad de los líderes de América del Norte de reubicar las cadenas de suministro en la región. Potenciaremos los tratados comerciales, existentes y en negociación, para incrementar la frontera de posibilidades de los empresarios mexicanos. Lo haremos con liderazgo, firmeza y trabajando hombro con hombro con las autoridades.
- Incluir, para que todas las voces del sector privado sean escuchadas y construyamos, en unidad, las prioridades de la agenda empresarial del país. Esto incluye a las grandes empresas, y también a los pequeños y medianos negocios, a las mujeres y jóvenes emprendedores, y a los empresarios regionales y locales. Es hora de traer de vuelta a los cientos de miles de empresas que han perecido en años recientes a causa de la pandemia.
- Dialogar, para construir una tercera vía de interlocución clara y firme con los gobiernos, que evite la confrontación o la sumisión. Los empresarios necesitamos de los gobiernos para poder generar empleos y crecimiento, y los gobiernos necesitan de los empresarios para que impulsar la inversión, crear oportunidades y juntos desarrollar al país. Esta tercera vía es de respeto institucional. De acompañarnos en nuestras coincidencias y de reflexionar juntos las diferencias. La apuesta es dignificar el papel de las y los empresarios de México en su relación con las autoridades.
- Reinventar, para que desde el CCE tengamos un proceso de institucionalización que consolide los cuerpos técnicos especializados, a fin de contar con equipos de trabajo robustos y calificados, como los que tenemos hoy, y dé continuidad a los logros alcanzados por el organismo a sus 45 años de creación.
En esta reinvención, debemos ser capaces de tener mayor cercanía con todas las organizaciones que participan dentro del Consejo, para que cada voz sea escuchada, la membresía se sienta plenamente representada y el sector privado tenga mayor unidad y fortaleza.
Es hora de trabajar para potenciar, de incluir para escuchar, de dialogar para acordar y de reinventar para institucionalizar. El CCE le ha aportado mucho a México. Tenemos la obligación de consolidarlo para que esté a la altura de las circunstancias que el país y la historia nos exigen.
dhfm
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