Luego de 52 días de bloqueos en las vías del tren de carga en Michoacán, México proyecta una imagen de incertidumbre jurídica y conflicto social que ahuyenta la inversión, dijo Iker de Luisa, director general de la Asociación Mexicana de Ferrocarriles (AMF).
En entrevista con El Heraldo de México, señaló que han registrado dos mil millones de pesos en afectaciones a la industria ferroviaria y otras actividades económicas del país.
“Hay dos afectaciones muy grandes, una es la imagen de conflicto social que transmite el puerto de Lázaro Cárdenas y la otra es la mala reputación del transporte en Michoacán, que afecta al país. Esto nos va a traer muchos problemas.
“Estamos cancelando prospectos de empleos e inversiones, porque no hay un clima de certeza jurídica. Es todo lo contrario”, apuntó.
De Luisa apuntó que el efecto se puede observar en la industria textil y de calzado, la de electrónicos, por los contenedores detenidos y en una temporada alta para el ferrocarril por el cierre de año. Además de otros sectores como el automotriz, tanto en importación como exportación y el siderúrgico y energético, con Pemex y su refinería en Tula.
Para el director de la asociación, en la que participan las ferroviarias Kansas City Southern de México y Grupo México con sus empresas Ferromex y Ferrosur, entre otras, están considerando que pueden acudir a un panel de controversias, por las afectaciones al libre tránsito y comercio que contempla el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“Las empresas están acudiendo a contratar los servicios de autotransporte, que ante el incremento de demanda han elevado sus tarifas. Con la temporada alta para el transporte que es la de fin de año podremos esperar un alza en precios en los productos para el consumidor final”, anotó.