La propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador de poner un tope a los precios del gas LP provocará un desequilibrio en la competencia en el mercado que afectará a consumidores finales, advirtió Beatriz Marcelino, directora de la consultoría Grupo Ciita.
Afirmó que el precio del gas refleja los costos que enfrentan diversas empresas en materia de logística, materias primas, e importaciones que varían según la región en donde se encuentren, por lo que imponer un precio unitario va a impactar sus finanzas y distorsionar el mercado.
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“Sería transitar de un mercado abierto a uno donde impera el precio regulado”, dijo.
Esto va a dejar poco margen para que las compañías compitan con ofertas más atractivas para los usuarios, alertó.
El viernes pasado, el Ejecutivo dijo que el gas LP es el único combustible con una tendencia a la alza por encima de la inflación, atribuible a un monopolio en este mercado.
"Lo vamos a ver y vamos a atender esto que estás planteando y hay muchas formas de tener control; en el caso del gas, si es necesario, vamos a establecer un precio máximo, no les va a gustar a los tecnócratas", indicó.
En el último año el precio del gas LP registró un alza promedio de hasta 35 por ciento en promedio a nivel nacional, de acuerdo con datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Desde mayo de este año, la bancada de Morena en la Cámara de Diputados analiza una propuesta de reforma para ampliar las atribuciones de la CRE, a fin de que pueda imponer una regulación tarifaria en ese mercado.
No obstante, Beatriz Marcelino, quien asesora a diversas firmas energéticas del sector, opinó que esto genera preocupación e incertidumbre para las empresas por una sobreregulación, pues la Comisión Federal de Competencia (Cofece) tiene facultades para realizar investigaciones en materia de gas lp y sancionar a las empresas que estén cometiendo prácticas indebidas como colusión para mantener precios altos, entre otras.
Por Adrián Arias
PAL