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Mercado de Gas LP: Mafias, reto de Gas Bienestar

Según los especialistas, se va a enfrentar a hasta 20 grupos delincuenciales

ECONOMÍA

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ESCENARIO. Revendedores del hidrocarburo llegan a tener entre 500 y mil pipas, según Grupo Ciita. Foto: Guillermo O´Gam Créditos: Foto: Guillermo O´Gam

La nueva empresa Gas Bienestar de Petróleos Mexicanos (Pemex) se va a enfrentar hasta con 20 mafias, como revendedores de gas LP, que controlan varias zonas, golpean, amedrentan y amenazan a los nuevos competidores que no están dispuestos a formar parte de esos cárteles, dijeron expertos y miembros de la industria.

Carlos Serrano Farrera, presidente Ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas LP (Amexgas), dijo en entrevista con El Heraldo de México que esos grupos operan en el Valle de México y algunas localidades de Puebla, Hidalgo y Tlaxcala.

Unas de las peticiones de los delincuentes son: cuotas de hasta mil pesos al mes a los gaseros, cobro de derecho de piso, fijar condiciones de precios, incluso han llegado a robar pipas o cilindros. 

“Es un problema que afecta a la industria y a todos; de no existir se traducirían en precios más competitivos para los consumidores”, mencionó.

Beatriz Marcelino, CEO de Grupo Ciita, empresa que asesora a compañías que han sido agraviadas, dijo que dentro de estas organizaciones también hay grupos de revendedores de gas LP que llegan a tener entre 500 y mil pipas.

“Es una mafia, literal, se reparten el mercado como si fueran narcomenudistas, tú tal colonia y tú otra colonia y no entran más”, explicó.

Esos grupos son los que elevan los precios entre cinco y ocho pesos por kilo y no permiten que incursionen otros competidores que sí cuentan con permisos, mencionó.

El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que Gas Bienestar va a vender el combustible más barato, para responder al alza de precios de las empresas. El primer mercado en el que va a incursionar es en la CDMX.

José N, es un gasero que pretendió incursionar en Melchor Ocampo, en el Estado de México, pero fue expulsado con violencia.

“Son muy violentos, llegan en gran número, golpean al personal y también atentan contra las instalaciones de distribución y las pipas. En algunos casos están coordinados con los mismos habitantes de las localidades”, dijo José, quien solicitó el anonimato.

PAL