Cerca de 40 por ciento de las Pequeñas y medianas empresas (Pymes) en el país no pudieron tener acceso a créditos para reactivar sus negocios, porque no encontraron opciones que se adaptaran a sus necesidades, señalan expertos.
Ante el limitado acceso a un crédito bancario, las Pymes han optado por financiarse con recursos propios, de hecho, 25 por ciento de las que obtuvieron financiamiento en los últimos 12 meses lo hicieron a través de un crédito personal, de acuerdo con la firma especializada en Pymes, Oyster.
Para obtener un crédito con la banca tradicional en México es necesario tener una cuenta empresarial y contar con un historial crediticio, lo que implica una serie de trámites complejos y tardados en donde muchas Pymes son rechazadas.
Estos negocios son clave en la economía nacional, pues generan 72 por ciento de los empleos en el país y son responsables de 52 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que habla de su gran alcance y la importancia de conservarlas para lograr una sana reactivación económica.
“Conseguir un crédito en el banco es complicado en términos de burocracia, además de que muchas de las micro- empresas son informales y no cumplen con los requisitos que se necesitan”, dijo Valeria Moy, directora del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), dijo que durante la pandemia por coronavirus el sistema financiero se mostró mesurado para evitar caer en insolvencia financiera, por lo que los bancos se vieron cautos en la liberación de créditos.
“El sector público no tiene recursos suficientes, salvo que entrara la banca de desarrollo; se debieron buscar acuerdos con los bancos, pues los esfuerzos realizados tuvieron una cobertura limitada”, añadió.