Por mayoría, la Junta de Gobierno del Banco de México aumentó su tasa de interés en 25 puntos base, para ubicarla en 4.25 por ciento, en medio de las mayores presiones inflacionarias que se registran en el país.
La decisión fue sorpresiva, pues la mayoría de los analistas esperaba que se mantuviera este año en cuatro por ciento o se incrementara al cierre de 2021.
En su anuncio de política monetaria, destacó que las cadenas de suministro y los procesos productivos de diversos bienes y servicios siguen afectados por la pandemia de la Covid-19.
“Ello ha ocasionado choques adicionales a los previstos en la inflación general y subyacente, que alcanzaron 6.02 por ciento y 4.58 por ciento en la primera quincena de junio”.
Las expectativas de inflación general y subyacente en 2021 volvieron a aumentar y las de mediano y largo plazos se mantuvieron relativamente estables en niveles superiores a la meta de tres por ciento, agregó.
Por estas razones tomaron esta decisión
Explicó que al incorporar el comportamiento reciente de la inflación, la actualización de las trayectorias esperadas para la general y subyacente en los próximos trimestres son más elevadas que las publicadas en el último Informe Trimestral.
Ahora se estima que la inflación general converja a la meta de 3 por ciento en el tercer trimestre de 2022. Anteriormente su estimación apuntaba hacia el segundo trimestre.
Estas previsiones están sujetas a riesgos, dijo el Banco de México. Al alza destacan presiones inflacionarias externas; presiones de costos o reasignaciones de gasto; persistencia en la inflación subyacente; depreciación cambiaria y que la sequía presione a los precios agropecuarios.
“Si bien se prevé que los choques que han incidido sobre la inflación son de carácter transitorio, por su diversidad, magnitud y el extendido horizonte en el que han venido afectando a la inflación, pueden implicar un riesgo para el proceso de formación de precios”.
Por eso, se consideró necesario reforzar la postura monetaria a fin de evitar afectaciones en las expectativas de inflación, así como para lograr un ajuste ordenado de precios relativos y propiciar la convergencia de la inflación a la meta de tres por ciento.
Ante este escenario tres miembros votaron por aumentar la tasa a 4.25 por ciento y dos por mantenerla en cuatro por ciento.
Por: Fernando Franco
GDM