Los sombreros de palma de jipi que elabora doña Chary, como se conoce a María del Rosario Herrera Cohuo, ya están de nuevo a la venta en Campeche, luego de que retornó la actividad comercial que estuvo parada a causa de la pandemia por coronavirus, y que llevó al país al confinamiento social a principio de 2020.
“A través de las redes sociales pudimos contactar a clientes para seguir fabricando los sombreros y poderlos vender, eso nos permitió enviar a varias ciudades del país y hasta Francia y Cuba”, señaló la pequeña productora.
Bécal, poblado en donde doña Chary tiene su taller, se distingue porque buena parte de sus habitantes fabrican productos de palma y que particularmente se elaboran en cuevas, pues permite la humedad y eso ayuda a que la fibra se mantenga flexible y se pueda entrelazar para elaborar los sombreros.
POR ENRIQUE TORRES
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