En la mitad de los estados del país aumentó el número de casas abandonadas durante la última década, según los Censos de Población y Vivienda 2010 y 2020. A nivel nacional se registraron 6.15 millones de viviendas particulares en desuso en 2020, lo que implica que 14 de cada 100 unidades están en esa condición, revelaron datos del Inegi.
Ilan Eskenazi, investigador del Tec de Monterrey, comentó que la gente abandona sus casas, entre otras causas, porque están ubicadas en zonas lejanas a su trabajo y terminan por convertirse en ciudades dormitorio. Este fenómeno se da particularmente en las zonas aledañas a las grandes urbes.
“Implican traslados de dos horas o más a su trabajo, se levantan a las cinco de la mañana, regresan a las 10 de la noche y no ven a su familia, no es vida y por ello terminan por rentar en otro lado”, dijo.
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), agregó que también el alto costo de transporte que generan las grandes distancias, cambios de empleo y la inseguridad.
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En los 16 estados donde aumentó la vivienda deshabitada, Tabasco registró el mayor incremento. De 2010 a 2020, las casas abandonadas pasaron de 10.5 a 15.1 por ciento de su parque habitacional.
Le siguen Chiapas (que pasó de 10 a 14.3 por ciento); Veracruz (11.9 a 15.8 por ciento); Oaxaca (13.7 a 17.5 por ciento) y Campeche ( 9.8 a 13.1 por ciento).
Eskenazi comentó que, de perdurar el home office que desató el COVID-19, es posible que muchas de esas viviendas se vuelvan a ocupar en los siguientes años.
Por Fernando Franco
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