Pese a la pandemia y la crisis económica del Covid-19, las empresas familiares mexicanas manifiestan tener mejoras y son optimistas, reveló el Centro de Investigación para Familias de Empresarios.
“Es notable que a pesar de que en los últimos tres años hemos vivido una situación de inestabilidad que ha ido al alza, los resultados de las empresas familiares participantes son positivos”, aseguró Ricardo Aparicio, director del Centro de Investigación para Familias de Empresarios, CIFEM-BBVA del IPADE Business School.
Durante la presentación del estudio “Nivel de progreso de las Empresas Familiares para lograr su continuidad y armonía”, Aparicio indicó que 69 por ciento de las empresas familiares sus ventas han mejorado en los últimos tres años y para 70 por ciento su patrimonio ha crecido en los últimos tres años.
A pesar de la crisis y la incertidumbre 82 por ciento de las empresas encuestadas manifestó tener confianza de que logrará salir adelante.
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Los retos
Si bien estas empresas han sido resilientes, los retos son la sucesión y la institucionalización, esto se refleja en que 48 por ciento no tiene definido sus procesos sucesorios, mientras que sólo 7 por ciento lo tiene claro.
Además, el gobierno corporativo está muy poco desarrollado, ya que es inexistente en un 60 por ciento de las empresas familiares, y sólo 10 por ciento lo tiene claro y funcionando.
“Hoy más que nunca es fundamental entender las necesidades de las empresas familiares, ayudarles en su transición generacional y brindarles las herramientas y orientación necesarias para institucionalizarlas y profesionalizarlas con el objetivo de convertirlas en un potente motor que impulse a México”, indicó Mauricio Pallares Coello, director de Marketing de BBVA México.
Por Laura Quintero
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