Petróleos Mexicanos (Pemex) va a aliviar sus obligaciones de corto plazo y va a contar con mayor margen de acción para sustentar sus pasivos, como resultado de la reciente estrategia de reestructuración de bonos, coincidieron expertos.
“Se trata de la misma deuda, pero con otro interés y en una línea de vencimiento más amplia”, opinó Ramsés Pech, experto de Caraiva y Asociados.
Explicó que la aportación patrimonial que el Estado va a transferir a la petrolera por tres mil 500 millones de dólares va a servir para pagar los vencimientos correspondientes a 2021 y otras obligaciones pendientes por cubrir.
“Es un anuncio positivo porque mejora el flujo de efectivo de Pemex con la inyección patrimonial de recursos; refuerza la estrategia del gobierno de apoyar a la compañía para su fortalecimiento”, dijo Arturo Carranza, consultor independiente en energía.
No obstante, el experto recordó que a pesar de la ayuda gubernamental, que representa ingresos adicionales para Pemex entre 10 mil y 15 mil millones de dólares al año, la compañía mantiene una difícil situación financiera con una elevada deuda.
Al corte del tercer trimestre de 2021, su pasivo aumentó 1.6 por ciento comparado con el cierre de 2020, debido a la utilización de financiamientos de corto plazo de manera temporal, según datos de la petrolera.
Al cierre de septiembre, el tipo de cambio se ubicó en 20.30 pesos por dólar, lo que con ello se tradujo en una deuda total por un monto de 113 mil millones de dólares.
Aunque la reestructuración de los bonos y la inyección de recursos ayudan a Pemex, estas medidas no son suficientes para resolver los problemas financieros de la compañía, para lo cual requiere reactivar las asociaciones con privados, dijo Carranza.
PAL