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Pascual, con más sed de EU, busca colocar 4 millones de cajas de jugos

ECONOMÍA

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“Sería un crimen vender o disolver la cooperativa, porque costó sangre y lágrimas a los trabajadores”, quienes avalaron inundar con refrescos y jugos varias ciudades de Estados Unidos, asegura José Antonio Alcántara Alcántara, presidente del Consejo de Administración de la Sociedad Cooperativa de Trabajadores Pascual. “Esperamos alcanzar 10% (de la producción en EU) en no más de tres años como máximo, porque la idea es inundarlo con refrescos”, señala a El Heraldo de México. Afortunadamente, los refrescos fabricados en Tizayuca, Hidalgo, y San Juan del Río, Querétaro, gozan de buena reputación y cuentan con los permisos sanitarios de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EU, asegura el directivo. Pascual, Cruz Azul, Trabajadores Democráticos de Occidente (Tradoc) y Caja Popular son de las cooperativas más conocidas en México. [caption id="attachment_88196" align="aligncenter" width="800"]Pascual, con más sed de EU, busca colocar 4 millones de cajas de jugos José Antonio Alcántara. Foto: Pablo Salazar[/caption] Actualmente, sólo 30% de los trabajadores, quienes estuvieron durante los tres años de la huelga, están activos en la refresquera. El otro 70% de trabajadores se ha retirado por la finalización de su ciclo laboral. El conflicto laboral al que se enfrentaron inició el 31 de mayo de 1982, cuando en respuesta al movimiento de huelga, los guardaespaldas y otras personas que acompañaron a Rafael Jiménez asesinaron a dos trabajadores de Pascual: Concepción Jacobo García y Álvaro Hernández García, dejando a otros 17 compañeros heridos. Sin embargo, ahora quieren estar en los anaqueles de las tiendas de EU, así como de Brasil, Colombia y Costa Rica. “El nacimiento de la cooperativa viene de una lucha que por naturaleza, quienes trabajamos en cooperativa tendremos ese espíritu”, sostiene el directivo, quien no le teme a las políticas discriminatorias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, debido a que cuentan con todos los permisos sanitarios para que sus productos sean vendidos en los anaqueles de los supermercados estadounidenses. El plan de negocio de Alcántara Alcántara es afianzar la presencia de Pascual en Estados Unidos, mercado a donde se manda 800 cajas de jugos y refrescos al año. La compañía incursionó hace dos años con la exportación de manera formal a Florida, Nueva York, Chicago, Atlanta, Los Ángeles y San Francisco. “Nuestros productos son vendidos a ciudadanos mexicanos, pero ya se comienza a crear cultura de consumo a habitantes estadounidenses”, dice. José Antonio Alcántara declara que no van renunciar a incursionar a ningún otro mercado, especialmente a países de Centro y Sudamérica. SALIÓ DE LA CRISIS [caption id="attachment_88200" align="aligncenter" width="800"]Pascual, con más sed de EU, busca colocar 4 millones de cajas de jugos José Antonio Alcántara. Foto: Pablo Salazar[/caption] La compañía estuvo en números rojos y tocó fondo en 2009, por la crisis económica ante la quiebra del mayor banco de inversión estadounidense Lehman Brothers de 2008. “Se tuvo que sacrificar algo y fueron unos proyectos de inversión, porque evidentemente no generamos utilidad ni rentabilidad”, recuerda el directivo, quien su padre estuvo en la huelga. También el ahora presidente participó en las guardias, como la recolección de víveres, boteo y volanteo para explicar el conflicto laboral. Nunca en la mente de los directivos de Pascual estuvo disminuir el empleo, porque “costó mucho rescatar la empresa e invirtió mucho capital después de la huelga. Y verla competir a lado de la transnacionales y con marcas fuertes es motivo de orgullo y reconocimiento para los trabajadores”. Pascual invertirá entre 200 y 350 millones de pesos en la expansión de la venta de agua de garrafón, en la renovación de la flotilla para reparto de agua, jugos y refrescos, así como en la expansión de la capacidad de la planta de Tizayuca. En algún momento, pretende una nueva fábrica en el Salto, Jalisco. La cooperativa le compite a Coca-Cola y Pepsi por un mayor posicionamiento en el mercado mexicano. Sin embargo, el cobro de un peso de impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) les ha dejado sin capital para crecer aceleradamente. “En los últimos tres años hemos tributado más de mil millones de pesos por concepto de ese impuesto”, cuenta el directivo, quien descarta cualquier aspiración política como en algún momento la tuvo Salvador Torres Cisneros, quien fue presidente de la cooperativa y ex candidato al gobierno del estado de Hidalgo. Agrega que con 500 millones de pesos alcanzaría para el desarrollo de uno de los proyectos diferidos, porque se prefirió renovar el parque vehicular, la línea de producción y de las tecnologías de información, así como la construcción de un centro de innovación. “No estaríamos dispuestos ni vendernos a Coca-Cola ni a ninguna otra empresa, además de que no tenemos un solo peso de inversión extranjera y es de capital 100% mexicano”, concluye el empleado, quien ha estado durante más de 30 años en el ADN de los pascualeros. POR ENRIQUE HERNÁNDEZ