Hace tan solo unos años, los Kansas City Chiefs eran la historia de la cenicienta en la NFL. Un equipo que, con un entrenador simpático pero sin Super Bowls en su historial, un quarterback con una voz que recordaba a la Rana René y un ala cerrada con un carisma inconfundible, lograba sorprender en cada temporada. Hoy, tras ganar dos Super Bowls en los últimos cinco años, la historia ha cambiado radicalmente.
En 2025, los Chiefs se preparan para disputar su tercer trofeo Lombardi consecutivo, con una dinastía que ya ha dejado una huella imborrable en la liga. Mientras la ciudad de Kansas City se adentra en esta nueva era de éxito, los aficionados han comenzado a experimentar una sensación de fatiga hacia el equipo. Y no solo los rivales tradicionales como los Raiders y Broncos, sino también otros contendientes de peso, como los Bengals y los Bills, han visto cómo sus aspiraciones se desvanecen a manos de los campeones de la AFC.
La victoria en el juego del título de la AFC de este año, que les permitió vencer a Buffalo por 32-29, reafirma el dominio de los Chiefs, pero también ha provocado una reacción adversa entre los aficionados rivales. En palabras de Mike Lewis, autor de Fandom Analytics y profesor de marketing en la Universidad de Emory, la fatiga era "inevitable". Para muchos fanáticos, los Chiefs han pasado de ser el equipo simpático y de mercado pequeño a convertirse en el obstáculo que impide que otros equipos alcancen la gloria.
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“Cuando un equipo se convierte en una dinastía, inspira odio y agotamiento porque es difícil perder contra los mismos una y otra vez”, afirma Lewis. En este contexto, los Chiefs han tomado el lugar de los New England Patriots de Bill Belichick y Tom Brady, quienes dominaron la liga durante más de dos décadas.
Rivales para todos y poco aficionados ¿O No?
Aunque históricamente los Chiefs compartieron rivalidades divisionales con los Raiders y Broncos, ahora son la espina en el costado de los Bengals y los Bills, dos equipos que han sido derrotados en los últimos años en batallas por el título de la AFC. “Kansas City se ha convertido en el equipo que impide que otros aficionados lleguen a la ‘tierra prometida’”, señala Lewis.
La hegemonía de los Chiefs no solo se ha sentido en el campo de juego, sino también fuera de él. La popularidad de Patrick Mahomes y Travis Kelce ha crecido de tal manera que ahora son figuras omnipresentes en los medios y la publicidad. Mahomes aparece en comerciales de Subway, Coors Light, y Oakley, mientras Kelce se presenta en programas de televisión y hasta en el icónico Saturday Night Live.
Este nivel de visibilidad ha llevado a una saturación mediática que algunos aficionados de la NFL han comenzado a rechazar. El caso más comentado ha sido la relación de Kelce con la superestrella del pop Taylor Swift, que ha atraído a una multitud de nuevos seguidores, pero también ha generado críticas. Los detractores se han quejado de que las transmisiones de los juegos de los Chiefs se centran demasiado en la cantante, especialmente en los partidos más recientes, lo que ha desencadenado un aumento en la polarización del fandom.
“Taylor también es parte de la historia. Ella trae a los Swifties y anti-Swifties”, explica Lewis, señalando cómo la presencia de Swift en los partidos de los Chiefs ha generado tanto apoyo como animosidad hacia el equipo. Este fenómeno ha puesto de manifiesto la transformación de los Chiefs en una franquicia divisiva, un equipo que ahora enfrenta no solo a sus rivales en el campo, sino también la controversia fuera de él.
La historia que ha cambiado para los Kansas City Chiefs
Lo que comenzó como una historia de superación ha evolucionado en una narrativa de dominio absoluto. Los Chiefs, liderados por figuras como Mahomes, Kelce y el entrenador Andy Reid, han trascendido el rol de "bajo perfil" para convertirse en el equipo a vencer. Y en ese ascenso, han generado tanto admiración como resentimiento, lo que, irónicamente, solo ha fortalecido su imagen de villanos dentro de la liga.
“Cuando un equipo pasa de ser una sorpresa a convertirse en el favorito, la perspectiva cambia”, comenta el Dr. Dan Wann, psicólogo y experto en el fandom de la NFL. “Antes era fácil simpatizar con los Chiefs, pero ahora, después de varias victorias, ese sentimiento se convierte en frustración por ser superado una y otra vez”.
Así, mientras Kansas City se prepara para una nueva oportunidad de hacer historia con su tercer título consecutivo, la fatiga de los fanáticos rivales parece ser tan inevitable como la llegada de otro Super Bowl. Y, en este sentido, los Chiefs se han ganado, por mérito propio, un lugar entre los equipos más exitosos de la NFL y los más odiados.
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