FUTBOL

Revancha contra México, reclaman en una resentida Honduras

La prensa hondureña muestra la temperatura previa al duelo con el Tricolor, un año después de lo que aficionados locales catalogan como un “robo”

DEPORTES

·
Créditos: Twitter / Mi Selección

Es 21 de noviembre de 2023. Llueve en el Estadio Azteca. Edson Álvarez empata 2-2 el global en el minuto 100, cuando el duelo entre la Selección Mexicana y Honduras debió terminar en el 99’, como lo indicó el árbitro Iván Barton. El marcador significa que el pase a semifinales de la Nations League se define en los penaltis, que a la postre gana el Tricolor (4-2). Los catrachos reclaman un “robo”. En ese momento no lo saben, pero un año después, el futbol les va a dar la opción de revancha.

Ambas selecciones se emparejan en la misma instancia de este torneo, después de aquel episodio donde aficionados y periodistas hondureños denunciaron “una ayuda arbitral”, por los cuatro minutos adicionales a lo que el silbante señaló en el agregado, y la doble repetición del penalti que César Huerta había fallado en la tanda desde el manchón, porque el portero Edrick Menjivar se adelantó.

“Siempre los cruces ante México son muy interesantes, son partidos que llevan un contexto muy especial”, dice Manuel Turcios, Productor de Deportes de Radio América Honduras, presente aquella noche en el Estadio Azteca.

Crédito: Mi Selección / X

Arbitraje, excusas y resentimiento

A Iván Barton lo rodean jugadores hondureños tras consumarse el triunfo mexicano. Hay coraje, impotencia y descontrol en los seleccionados catrachos. Alguien tiene que pagar la eliminación y las emociones que arden en los uniformes blancos, y ese, para los vencidos, debe ser Barton, quien agregó tiempo de más, repitió dos veces un penalti y no detuvo el juego ante el repetido grito homofóbico en el Estadio Azteca.

En el calor de San Pedro Sula (27°C y 95% de humedad), Gerardo Bustillo, reportero de Mi Pasión HN que sigue a la selección de Honduras, no comparte del todo esa sensación de robo que sí siente la afición catracha, aunque sí una tendencia e inclinación.

“No hay que culpar solamente a Barton. Me acuerdo esa noche fría en Ciudad de México, mucha lluvia, se cerró con ese traguito de que se podía lograr y que al final se escapó, en parte culpa de nosotros como selección, pero también creo que hubo algún tipo de ayudita”, recuerda. “No tengo miedo a ningún árbitro, se equivocan para uno y para otro. Nunca he pensado que un árbitro es el que decide el destino de un partido. Si Honduras hubiese defendido esas últimas, ganábamos, al final son parte del futbol”.

El resentimiento es un dolor moral que nace a partir de una ofensa, y en el orgullo catracho, aún no pasa ese malestar que originó Barton, México y la eliminación.

Crédito: Mi Selección / X

Virgilio Quiroz, reportero de Radio House, en Honduras, explica que, a pesar del tiempo, esa punzada sigue clavada en la afición centroamericana, que ve esta nueva oportunidad una mesa con mantel blanco donde se puede saborear la venganza.

“Las personas están muy resentidas todavía. Creo que esa es la palabra adecuada, un resentimiento sobre cómo sucedieron las cosas. Y está esa sed de revancha, de poder nuevamente ganar a México en Honduras porque ese es un récord que tiene Reinaldo Rueda: no ha perdido un solo partido en sus dos procesos contra México jugando de local”, expone.

La oportunidad está puesta para que los catrachos se sirvan y cobren lo debido, así lo ve el propio Quiroz: “Al pueblo, los aficionados y los mismos jugadores se les estaba mentalizando como una revancha de lo que sucedió. Quedó esa espina. Hay muchos jugadores de ese partido en el Azteca que van a volver a tener acción”.

La actuación de Barton tuvo una consecuencia más allá del resultado: el salvadoreño no ha pitado ni un partido de la selección hondureña, ni de clubes originarios de este país, y para los duelos de ida de la Nations League no se le programó ningún duelo.

Crédito: Mi Selección / X

Humildad, una petición al Tricolor

De las 44 veces que estas selecciones se han enfrentado, 27 registran victoria para México, nueve para Honduras y ocho son de empates. Ese dominio Tricolor se sabe y reconoce en el país centroamericano, pero lo que no conciben son las muestras de soberbia y poca humildad del equipo azteca.

Virgilio Quiroz, quien sigue las actividades del combinado hondureño en casa, considera que la Selección Mexicana “necesita hacer una retrospección, porque esto es futbol y no son invencibles. Más que todo, mantener ese respeto hacia los rivales, mantener la unidad, que es clave no sólo para los deportistas, para los periodistas, sino como persona”, pide Quiroz.

El karma juega en la delantera y tiene en la mira al Tricolor. Los años de mandato azteca, y su presunción en la cara de los rivales, ahora le cobran factura, comenta el periodista.

La selección mexicana actualmente no se ve como el monstruo que se podía ver antes, el gigante de Concacaf. Creo que no es que ha perdido, sino que quizás ha subido el nivel de nuestra selección y de las demás. Actualmente no existe ese temor. No es el México invencible, de aquellos jugadores que en su mayoría eran legionarios”, asiste Virgilio a las vueltas de la vida.

En su análisis, Gerardo Bustillo encuentra el origen de la inestabilidad en el Tricolor: “El peor problema que tiene la selección de México es ella misma, se presionan extremadamente. A veces se auto engañan diciendo ‘somos la potencia, somos los mejores’, pero al final hay caminos muy fáciles para ustedes: en una Copa Oro es un camino fácil para la final a México, y después, cuando llegan los mundiales ya no pasan ni de la fase de grupos. Para el mexicano, esta vez, México tiene que ganar 3-0 acá, tiene que andar tranquilo y en el Nemesio Diez llega a pasear. Pero ya no es así”, desmenuza.

Crédito: Mi Selección / X

México y Honduras, un año después

En un año las cosas no son las mismas para México y Honduras. Del lado tricolor, Javier Aguirre es ahora el DT nacional en lugar de Jaime Lozano, quien hace 360 días estaba en el banquillo aquella noche en el Estadio Azteca.

A México siempre se le ve con respeto, por el prestigio, el historial, pero por la actualidad que vive de este recambio con el Vasco Aguirre, creo que es un México más accesible que hace un año. No ha mostrado su mejor versión, porque enchufado puede anotar tres a cinco goles”, reconoce el productor Manuel Turcios, y agrega: “Lo miro como la oportunidad para, por así decirlo, faltarle el respeto a México”.

Del lado catracho, Reinaldo Rueda se mantiene como seleccionador, pero con el vértigo y las náuseas que ha dejado un andar vertiginoso con el representativo, subidas y bajadas llenas de irregularidad: sin Copa América, al perder el repechaje con Costa Rica, aunque jugando bien, apretadas victorias y poco convincentes actuaciones contra Jamaica y Guyana Francesa, con las que llegan esta vez ante los mexicanos.

“Miro este partido como la revancha, como la oportunidad de dos buenos fogueos para una eliminatoria mundialista, porque no vamos a pelear con ustedes, hermanos, ni contra Estados Unidos o Canadá un cupo, va a ser contra Jamaica, Costa Rica, Panamá… Yo no quiero timoratos ni miedos contra México”, comparte Bustillo, con su voz a pique, sin línea de fondo.

Para el duelo en Honduras, las localidades se agotaron. Se esperan cerca de 18 mil personas en el Francisco Morazán, donde México tiene dos victorias, ambas por 0-1 (1965 en eliminatoria, y 1988 en amistoso) y una derrota por 2-1 (1996, también en eliminatoria). En el Nemesio Diez también habrá lleno.

Crédito: Mi Selección / X

Que gane el futbol

México y Honduras se parecen: ambos caen un exceso de confianza cuando enfrentan a rivales de menor nivel, y viceversa reconoce Bustillo. Por ello, los antecedentes, el fulgor que le imprime el rival a los Hondureños, y el naciente proceso que vive el Tricolor, puede arrojar un duelo de ida y vuelta, intenso y muy físico.

“Me imagino un partido súper abierto, con ocasiones en ambos lados, donde la clave va a pasar en ese rombo en el centro del campo. México es favorito para ganar la serie, y no por el árbitro ni porque la Concacaf quiera, sino porque México es México y es mucho más que Honduras, en jugadores, en organización, entrenador, en muchas cosas. En cuanto al ambiente, sólo con decir que viene México se vendieron los boletos en cinco horas, le espera un estadio encendido, metido al rollo, como decimos aquí”, reconoce el reportero de Mi Pasión HN, que va a viajar a Toluca para el duelo de vuelta.

En el país centroamericano es, quizá, el duelo más importante de 2024: “Por pasar a las finales de la Liga de Naciones de Concacaf, y conseguir el boleto directo a la fase de Grupo de Copa Oro y el rival, creo que sí es el partido o la serie del año para Honduras”, acepta Manuel Turcios.

Aunque saben que México es el favorito a pasar, no pierden las esperanzas de ver a su selección con más sangre, hambre y un cuchillo afilado en su forma de jugar.

“A veces la selección se convierte en un alivio de todo lo demás: lo político, lo social, todo. Los problemas se olvidan cuando logra este tipo de victorias. Actualmente estamos previo al proceso de elecciones internas, hay mucho revuelo sobre este tema. Te aseguro que eso pasaría a segundo plano si Honduras logra una victoria cómoda contra México, al menos de local”, considera Virgilio Quiroz, de Radio House.

Los representantes de la prensa hondureña coinciden en dos resultados: desde lo cerebral, ven posible un empate con pocos goles o sin ellos; desde el corazón, anhelan un triunfo de su selección por 2-0 como el del año pasado, para cobrar venganza.

Es un clásico para Honduras, pero no para México. Es un partido muy importante sobre todo por lo ocurrido el 21 de noviembre del 2023, donde como periodistas, como hondureños, no nos tiembla la voz en decirlo, nos sentimos robados en un final donde Barton creo que se pasó, pero es futbol”, remata Bustillo.

Sigue leyendo: 

El boxeador mexicano que peleó 4 veces contra Rafael Márquez y le dan pocos meses de vida tras diagnosticarle cáncer

Fue de los mejores boxeadores mexicanos de la historia, terminó en bancarrota viviendo en hoteles de la Merced y Tepito