"Es difícil vencer a una persona que nunca se rinde”, son las palabras de Babe Ruth, una leyenda del rey de los deportes y que bien podrían definir a Mariana Patraca Dibildox, coordinadora de operaciones de la Selección Mexicana durante el Clásico Mundial de Beisbol, donde la novena azteca puso a vibrar un país entero.
Desde pequeña, Mariana tenía claro su objetivo: vivir de su pasión, el beisbol. Rodeada de bates, pelotas, guantes y jugadores, Patraca encontró su mejor lienzo para desarrollarlo, el diamante de las grandes ligas.
“Yo siempre supe que quería trabajar en el Beisbol, yo jugué con la Selección de México 12 años, fui pitcher con la selección mexicana, y desde que era atleta, piqué piedra, empecé desde abajo, llegué a República Dominicana en 2014, llegué con un boleto de avión de vuelta, pero sin ningún ticket de regreso. Sabía que todos los equipos de Grandes Ligas tenían sus academias en Dominicana, entonces yo llegué a ahí sin conocer a nadie y mostrando mi tesis de maestría: El proceso de los jugadores en Ligas Menores, fue entonces cuando los Gigantes de San Francisco creyeron en mí y ahí comenzó mi historia”, afirmó Patraca.
Mariana Patraca, quien también trabaja para los Arizona Diamondbacks de la MLB, como Gerente de Operaciones Internacionales y Scouteo, es un claro ejemplo que la disciplina, el carácter, la paciencia, el talento y la resiliencia rompen paradigmas. Dando muestra de que ser mujer no es ningún impedimento para lograr sus sueños, así sea en el béisbol, un deporte dominado por los hombres.
“Sí, es un deporte donde los hombres son mayoría, pero afortunadamente cada vez somos más las mujeres que no sumamos al beisbol profesional, lo hacemos no sólo en el diamante, lo hacemos en las diferentes áreas, tanto en el terreno, como en la parte médica, o en la parte de operaciones, incluso en la gerencia, antes era una minoría, pero hoy, gracias a Dios, cada vez somos más”, agregó.
Sin embargo, el camino no ha sido fácil, la gloria en el clásico mundial viene de un arduo trabajo junto al manager del equipo mexicano, Benjamín Gil, y Rodrigo López, aunado a un proceso de preparación que lleva más de una década para Mariana, dejando un claro mensaje para todas las niñas de México.
“Claro que se puede, a todas las mujeres de este país les digo que no dejen de luchar por sus sueños, mucha gente me dice: ¡Ay qué suerte tienes!, pero la verdad es que no ha sido fácil, hay que prepararse muchísimo, siempre ser profesional, tener fijas sus metas y también mucho, pero mucho sacrificio, yo he vivido mucho tiempo fuera de mi México, sin conocer a nadie, mi primer trabajo formal con un equipo fue dando clases de inglés a los jugadores de los Gigantes de San Francisco, pero si les puede decir que nada es imposible y que no hay nada mejor que salir de tu oficina y ver un campo de bésibol”, puntualizó.
Es así como Mariana Patraca se hace camino dentro del mejor beisbol del mundo entero, siendo parte fundamental de los Arizona Diamondbacks y un pilar en la mejor actuación de la selección azteca de beisbol en un Clásico Mundial, poniendo el nombre de las mujeres mexicanas en lo más alto del planeta.
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