Las películas de "Harry Potter", basadas en los libros escritos por J.K. Rowling, son consideradas un hito en el cine contemporáneo. Desde su primera entrega en 2001, estas cintas no solo trajeron a la vida el mundo mágico, sino que también marcaron a generaciones de fans que pudieron ver como sus magos y brujas favoritos eran encarnados por personas reales; sin embargo, como suele ocurrir con las adaptaciones, hubo decisiones creativas que se tomaron durante el proceso de filmación e hicieron que la historia en la pantalla cambiara, en comparación con los libros.
A pesar de las licencias tomadas, algunas de las escenas más poderosas y significativas se mantuvieron fieles a la esencia de los libros, no sin ciertos desafíos. Es así como uno de los momentos más emotivos de toda la saga se encuentra en "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte Parte 2" cuando Severus Snape, interpretado por Alan Rickman, fallece en una de las secuencias más desgarradoras del universo de Hogwarts.
Si bien la escena es dolorosa por sí sola, lo que muchas personas no saben es que este momento estuvo a punto de ser alterado significativamente por el director de la película, David Yates, quien en un principio deseaba que el personaje de Snape muriera a manos de Voldemort mediante el hechizo Avada Kedavra y aunque parece insignificante, este cambio habría eliminado una de las escenas más cruciales para el desarrollo emocional del personaje y, por extensión, de la historia misma.
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La muerte de Severus Snape, un momento clave en "Harry Potter"
Para quienes son fans de la saga, es bien sabido que la muerte de Severus Snape es uno de los momentos más relevantes de "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte", pues no solo marca el fin de un personaje profundamente complejo, sino que también revela la verdad sobre su lealtad, su sacrificio y su amor no correspondido hacia Lily Potter.
Fotografía: Captura de pantalla/MAX.
De acuerdo con las sagradas escrituras de J.K. Rowling (o sea, los libros de "Harry Potter"), Snape muere de forma agonizante siendo atacado por la serpiente de Voldemort, Nagini. Durante sus últimos momentos, mientras está herido y tendido en el suelo, el villano le confiesa a Harry que "tienes los ojos de tu madre" antes de morir, proporcionando una de las revelaciones más emotivas de toda la saga.
Sin embargo, David Yates, conocido por su estilo pragmático y por tomar algunas decisiones de guion que distan de los libros, planteó que sería Voldemort quien utilizara el hechizo Avada Kedavra para acabar con Snape de una vez por todas. El hechizo, según se describe en la saga, tiene la capacidad de matar instantáneamente a su víctima, eliminando cualquier posibilidad de tener un último momento o de intercambiar palabras significativas.
La propuesta de Yates generó un dilema ya que la poderosa escena de la agonía de Snape, en la que Harry Potter recoge las lágrimas de un hombre al que hasta ese momento consideraba un traidor, y sus últimas palabras llenas de significado, se verían completamente anuladas si el hechizo hubiera sido ejecutado. Esta escena, que abarca la esencia de la redención de Snape, era vital no solo para el personaje en sí, sino también para el cierre emocional de la historia de "Harry Potter".
Fotografía: Captura de pantalla/MAX.
El día en el que Alan Rickman evitó que se arruinara la mejor escena de Harry Potter
Afortunadamente, fue Alan Rickman (que encarnó a Severus Snape desde la primera película), quien se interpuso en la decisión de Yates, defendiendo la importancia de mantener la muerte del personaje tal y como había sido escrita en el libro. Rickman, que siempre se mostró comprometido con la veracidad emocional de su personaje, no aceptó que se modificara una escena tan importante.
En las memorias de Alan Rickman, publicadas póstumamente en 2022, el actor relata el encuentro que tuvo con David Yates sobre este tema; Rickman recuerda que Yates, obstinado como siempre, insistió en que el hechizo Avada Kedavra fuera utilizado para matar a Snape, sin entender completamente la naturaleza de la escena que estaba en juego. También destacó que su esposa, Rima Horton, desempeñó un papel crucial en convencer al director de que la escena debía conservarse tal como estaba escrita.
Él no puede matarte con un hechizo, el único que lo haría es Avada Kedavra y mata instantáneamente; no podrías terminar la escena, dijo a David Yates.
Fotografía: Captura de pantalla/MAX.
Gracias a la intervención de Rickman, la escena se filmó como originalmente estaba concebida, permitiendo que Harry Potter tuviera la oportunidad de ver la verdad en los recuerdos de Snape, a través del Pensadero. El sacrificio del profesor de pociones y su amor incondicional por Lily Potter, que había permanecido oculto hasta ese momento, se convirtieron en uno de los giros más impactantes de la trama.
Esta escena no solo fue clave para la redención del personaje de Snape, sino que también proporcionó a Harry la comprensión de los sacrificios que otros habían hecho en su nombre. La revelación de Snape como un héroe trágico es uno de los momentos más aclamados de toda la saga, y fue gracias a la defensa de Alan Rickman que la emoción y la profundidad de ese momento pudieron ser completamente capturadas en pantalla.
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