Música, danza, algarabía y tradición, eso presentó el Ballet Folklórico de México ayer en el Palacio de Bellas Artes para homenajear a su fundadora, Amalia Hernández (1917- 2000), a cien años de nacimiento. Una fiesta que llenó de folklor y colores el recinto que ha sido la casa de esta compañía desde hace 58 años.
La noche de los mayas, obra emblemática del mexicano Silvestre Revueltas, fue la pieza con la que la Orquesta Sinfónica Nacional abrió el espectáculo a cargo de la Compañía Nacional de Danza, a la cual le siguió Los Mayas, un ballet que está basado en las leyendas sagradas de los mayas: El Popol Vuh y el Chilam Balam.
Hasta este momento, nadie del público había sacado sus celulares o cámaras para fotografíar el espectáculo, estaba prohibido.
Después de los primeros 20 minutos de este show que inició pasado el mediodía con bailes prehispánicos, la Sala Principal de Bellas Artes se llenó de gozo al recibir al Ballet Folklórico de México, el cual hizo su aparición con el Solo de Mariquita, Las Amarillas y El gusto, piezas representativas del estado de Guerrero; en este baile tradicional, las bailarinas mezclan pasos de danza contemporánea y folclórica, sello característico del estilo que dejó Amalia Hernández.
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Luego de esta representación, el popular Danzón Nereidas, hizo chiflar y emocionar a los asistentes, quienes no se resistieron y sacaron su celular en este momento – a pesar de que estaba prohibido– para grabar el show que estuvo ante sus ojos: más de 20 bailarines vestidos del traje clásico del son jarocho: vestidos blancos con mandil de satín negro para con flores para ellas, y pantalón y camisa blanca con sombrero de palma para ellos.
A este primer danzón, uno de los más populares en México, creado por Amador Pérez Torres en 1932, le siguió Los matachines y la Fiesta de Tlacotalpan, los cuales estuvieron ambientados por seis músicos jarochos en vivo. Con aplausos y chiflidos el público acompañó el ritmo de la danza y la música.
Una de las presencias destacadas en esta gala fue la de Elisa Carrillo, una de las representantes de la danza mexicana a nivel mundial, quien inauguró con un solo de dos minutos los sones antiguos de Michoacán, para después bailar junto con el ballet de Amalia Hernández los clásicos jarabes michoacanos.
Después de la presentación de Carrillo comenzaron La Cucaracha, La Víbora de la Mar, La Plaza, Juegos Infantiles, La Feria, La lotería, entre otras, las cuales estuvieron animadas con máscaras en gran formato y botargas coloridas al estilo mexicano.
https://youtu.be/5QMXRZQVs_4
La Danza del Venado, un clásico del Ballet de Amalia Hernández, fue una de las últimas piezas; esta es una de las más aclamadas por la representación que hace el bailarín en puesta para representar a dicho animal. Después de esta interpretación le siguieron las clásicas mexicanas: Guadalajara, Las olas, Fiesta en Jalisco.
El Huapango de Moncayo, una obra sinfónica conocida como el tercer himno nacional después de la Marcha de Zacatecas, fue la pieza con la que terminó este homenaje, que, a través de distintas adaptaciones de las coreografías de Amalia Hernández por más de dos horas, celebró a la máxima exponente de la danza mexicana.
POR SCARLETT LINDERO
FOTOS: CORTESÍA
Lunes 20 de Enero de 2025