Nada ni nadie estamos exentos del paso del tiempo y sus diferentes estragos, no necesitamos ver canas en nuestra cabeza para determinar si está o no envejeciendo, con el paso del tiempo nuestro cabello va perdiendo vitalidad, brillo y fuerza, es por eso que escuchamos a nuestras mamás, tías o amigas decir: antes tenía mucho cabello y súper fuerte. Estas son dos las principales causas del envejecimiento del cabello:
Internas: genética, cambios hormonales, cambios biológicos, estrés, falta de vitaminas
Externas: contaminación, los químicos, los sulfatos (que contienen los decolorantes), calor excesivo, polvo, tabaco y el medio ambiente en general.
Estas dos principales causas son las que disminuyen la pigmentación del cabello y la grasa del cuero cabelludo, alteran la estructura de la fibra capilar y causan más daños. Por tal motivo, para evitar que el cabello envejezca prematuramente, hay algunos consejos para lograrlo.
Comer sano. Se debe mantener una alimentación equilibrada en vitaminas y queratina. La queratina se puede ingerir de alimentos como el brócoli, lentejas, garbanzos, etc. El hierro también es un importante aportador de nutrientes para que el oxígeno llegue al folículo (también se encuentra en las lentejas, frijoles), el zinc y la vitamina B6 (éstos se encuentran en las carnes rojas, carne blancas y diferentes mariscos).
Lavarlo a diario. Lavarlo pocas veces NO es recomendado por los expertos ya que ellos mencionan que le shampoo limpia el cuero cabelludo para el que folículo y los poros respiren recibiendo adecuadamente el oxígeno necesario, al lavarlo no se debe hacer con agua muy caliente ya que esto también provocará daños profundos en el cuero cabelludo, ocasionando la perdida de éste, también al lavarlo se deben usar los productos adecuados, e identificar el tipo de cabello para lograr el objetivo.
Evitar el calor excesivo. En la actualidad se exige estar siempre peinadas y para ello se recurre al uso de planchas, fierros, tenazas, etc., pero al hacerlo se lleva el cabello al máximo de soporte de calor, si se usa este método, se debe utilizar antes de un protector de calor para crear una barrera entre el cabello y el calor directo.
Adicional a éstos, también se puede recurrir a los remedios o recetas caseras, como mascarillas que estén hechas por productos 100% naturales, a los aceites (naturales) como el de coco, argán, o el aloe vera, que es uno de los productos más usados por sus tantas propiedades. Se recomienda por lo menos una vez al mes consentir al cabello con una mascarilla y se obtendrán buenos resultados.
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