Los autos dicen mucho de sus conductores. Tanto el modelo elegido como la forma de conducir o el cuidado que le damos al mismo hablan de cómo somos. Pero hay un aspecto que incluso fue analizado por especialistas en psicología y se trata del color de nuestro vehículo puede dar muchas pistas sobre nuestra personalidad. Tener un auto gris no es lo mismo que tener uno amarillo o un rojo.
En la teoría de la psicología del color, cada tono tiene sus propios matices, pero uno de los más llamativos es el rojo, que despierta la atención de las personas por el impacto qué genera, y en el mundo automotor tiene su propio significado. El auto de un individuo puede decir mucho acerca de él. Te revelamos el significado de conducir un vehículo en este tono.
Qué significa tener un auto rojo para la psicología
Según la psicología, quienes prefieren conducir un automóvil rojo, son personas dinámicas que disfrutan de la aventura y la emoción. Son un poco rebeldes pero entienden la importancia de la seguridad al conducir. Asimismo, los pilotos de autos rojos son individuos que tienen rápida reacción al volante, muy confiados y que no temen en llamar la atención de los demás.
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Vale destacar que los conductores de autos rojos, priorizan la acción, la pasión y la fuerza y gustan de las emociones fuertes sin que esto signifique ponerse en peligro. De hecho, los vehículos de este tono se encuentran entre los más seguros en la carretera, ya que son fáciles de detectar en el tráfico.
Fuente: Pinterest
Dentro del color rojo, hay una gran variedad de tonalidades y no todas van a significar lo mismo psicológicamente. Estos son los rasgos que suelen asociarse a determinados tonos, según la psicología:
- Rojo clásico: representa la pasión, la energía, el deporte y un carácter dominante. También es el que más vinculamos a la autoconfianza.
- Rojo cereza: tiene un matiz más sofisticado y elegante. Sugiere una personalidad refinada y que desprende dinamismo. También cierta arrogancia.
- Rojo burdeos: es el tono con mayor vinculación a la tradición y a la madurez. Es el que se asocia a la exclusividad, pero también a cierto elitismo.
- Rojo anaranjado: el más juvenil de todas las opciones y el que la psicología asocia con las personalidades creativas. Es propia de conductores muy optimistas.
- Rojo oscuro: evoca misterio y profundidad de pensamientos. Es ideal para los que proyectan autoridad y seriedad.
- Rojo brillante: el tono perfecto para los que disfrutan siendo el centro de atención. Suele vincularse a personas con grandes habilidades sociales, pero que no piensan en las consecuencias.