El enfrentamiento entre Goku y Freezer, que comienza en el capítulo 87 y culmina en el 105 del anime, ocupa una parte considerable de la serie, lo que lo convierte en el combate más largo de Dragon Ball Z. A lo largo de estos 20 episodios, la lucha entre los dos guerreros se alarga de manera que el ritmo de la acción se reduce significativamente en comparación con otros combates más rápidos en la serie. Esto se debe a la constante alternancia entre ataques, diálogos y momentos de tensión que prolongan la pelea, haciendo que parezca que el tiempo transcurre mucho más lentamente para los espectadores.
A pesar de que los episodios se alargan considerablemente, la narrativa de Dragon Ball Z mantiene una estructura temporal que se contradice con la longitud de la batalla en pantalla. En la línea de tiempo dentro del universo de la serie, todo lo que ocurre entre Goku y Freezer sucede en solo unos minutos. Este fenómeno ocurre gracias a una mezcla de factores, como la velocidad a la que se mueven los personajes de poder tan inmenso y la intensidad del enfrentamiento, que permite que los momentos parezcan dilatarse. Los cambios dramáticos de la pelea, como la transformación de Goku en Super Saiyan, también contribuyen a la sensación de que el tiempo se estira en el animé.
EL COMBATE ENTRE GOKU Y FREEZER
El combate entre Goku y Freezer comenzó en el momento en que Freezer decidió mostrar su verdadero poder, tras haber matado a su compañero Krillin frente a Goku. Este acto despierta una furia incontrolable en Goku, quien, en medio de la desesperación y la rabia, experimenta una transformación que cambia el rumbo de la batalla: Goku se convierte en un Super Saiyan. Esta transformación no solo aumenta exponencialmente su poder, sino que también cambia su apariencia, con su cabello tornándose rubio y sus ojos adquiriendo un tono verde-azul. Ahora, con una fuerza y velocidad mucho mayores, Goku comienza a igualar el combate contra Freezer, quien, a pesar de seguir demostrando gran poder, se ve claramente sobrepasado por el nuevo nivel de Goku.
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El enfrentamiento entre Goku y Freezer termina de manera dramática y con una gran carga emocional. Tras una intensa batalla, Goku, ahora un Super Saiyan, ha superado a Freezer, quien, derrotado y lleno de furia, intenta destruir el planeta Namek con su último ataque. Sin embargo, en su último acto de desesperación, Freezer le pide a Goku que le dé energía para escapar y vengarse, prometiendo no matarlo si lo ayuda. Goku, aunque herido y agotado, le ofrece a Freezer una oportunidad para redimir sus acciones, pero, al final, se niega a darle energía después de que Freezer muestra su verdadera naturaleza al intentar atacarlo a traición. Este acto de venganza de Freezer es lo que lleva a su final: Goku, con un último golpe de energía, destruye a Freezer. Sin embargo, en el último instante, Freezer lanza un ataque de energía mortal hacia Goku, quien sobrevive milagrosamente gracias a la intervención de su amigo, el dragón Shenron, en los eventos posteriores. Freezer, finalmente derrotado, es consumido por su propio ataque mientras Namek comienza a desintegrarse. Goku, a pesar de su victoria, no celebra, ya que la batalla ha dejado cicatrices profundas tanto en él como en sus amigos, y el destino de Namek queda sellado en una explosión cataclísmica.
LA EXTENSA BATALLA EN PANTALLA
Una parte importante de la duración de este combate se debe a los constantes diálogos y momentos emocionales que ocurren durante la pelea. A lo largo de los episodios, Goku y Freezer intercambian palabras que no solo sirven para dar contexto a la lucha, sino que también aportan a la carga emocional del enfrentamiento. El dolor de Goku por la muerte de Krillin, el furor por la traición de Freezer y la transformación de Goku en Super Saiyan están entrelazados con la acción, lo que ralentiza la velocidad del combate y aumenta la tensión en cada escena. Estos momentos narrativos son cruciales para entender la importancia de la pelea, pero también alargan la duración del combate.
Este tipo de lucha extendida es característico de la franquicia Dragon Ball Z, que a menudo juega con la dilatación del tiempo para enfatizar la importancia de ciertos enfrentamientos. La serie es conocida por sus combates largos y detallados, donde no solo se resuelven las batallas físicas, sino que también se exploran aspectos emocionales y psicológicos de los personajes. El enfrentamiento entre Goku y Freezer no es solo un combate físico, sino un símbolo del crecimiento de Goku y su lucha contra la tiranía. Esta extensión temporal, aunque a veces percibida como excesiva, forma parte de lo que hace única a Dragon Ball Z, al permitir que los espectadores se sumergieran por completo en la intensidad de la pelea.
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