La fruta tropical más consumida a nivel mundial la trajo Cristobal Colón por primera vez a Europa. Sin embargo, fue rechazada por los Reyes Católicos por su sabor amargo y su aspecto sucio. Esto hizo que su uso comercial se atrasara hasta 1528.
A partir de ese momento se extendió su venta por todo el mundo del cacao, el ingrediente favorito para añadir en cualquier postre o pastel. El ingrediente se obtiene al moler los granos y extraer la grasa o manteca del interior de la fruta, producida por el Theobroma cacao o árbol del cacao, una planta que mide entre 2 y 3 metros de altura.
A pesar de su llegada al continente europeo en el siglo XVI, el cacao tiene su origen en el año 1.500 a.C. en la cuenca del río Orinoco o el río Amazonas. El último estudio emprendido por el equipo de arqueólogos dirigidos por John Hendersonde, determinó que el consumo de chocolate llegó a diversas regiones de América del Sur, cuatrocientos años antes de lo que se creía.
Los efectos del cacao con azúcar y otros aditivos
A pesar de los grandes beneficios del cacao, su porcentaje varía en diferentes productos con chocolate. Sin embargo, es preciso saber que los productos con este ingrediente suelen tener un alto porcentaje de azúcares y grasas añadidos.
Por este motivo, se debe extremar el consumo y no adquirir hábitos abusivos. Los expertos recomiendan limitar su ingesta a porciones razonables y combinarlo con una dieta sana y equilibrada.
A su vez, es fundamental tener en cuenta que el cacao contiene plomo y cadmio de manera natural. Según Healthline, cuanto más oscuro sea el chocolate, hay una mayor probabilidad de que se presente una mayor concentración de estos metales pesados perjudiciales para el metabolismo.
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