¿Quién diría que buscar en Google podría ser fuente de contaminación? ¿O que dejar nuestros dispositivos conectados a la corriente gasta una cantidad irrisoria de energía? Muchos de nosotros tenemos este tipo de hábitos e ignoramos las consecuencias ambientales que provocan.
Existe un concepto llamado huella de carbono digital que quizás no habías escuchado antes o nunca habías entendido lo que significa. Pero resulta que detrás de cada búsqueda en Google, cada correo enviado o recibido, hay centros de datos, sistemas detrás de los servidores donde se aloja toda la información, etc. Todos estos lugares requieren mucha electricidad que, como seguramente sepas, proviene de fuentes no renovables causando contaminación.
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El uso que hacemos de internet requiere el 7% de la energía producida a nivel mundial. Este porcentaje hace que cada búsqueda libere 0.2 gramos de dióxido de carbono a la atmósfera (Greenpeace, 2023). ¿Cuántas búsquedas haces al día? Ahora imagina a todos tus compañeros de trabajo o escuela haciendo lo mismo. No somos capaces de dimensionar hasta dónde impactamos en este rubro.
La cosa no termina ahí lamentablemente. Fabricar nuestros smartphones, computadoras, consolas de videojuegos o cualquier dispositivo requiere e involucra minerales como coltán, cobalto, litio, niquel, estaño, entre otros. No solo la pura extracción puede causar daños irreversibles al ecosistema por su uso intensivo de energía y agua, también la situación de los trabajadores las minas de donde se extraen los minerales puede ser inhumana.
Si la producción es un problema, los desechos lo son todavía más. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (2023), en 2019 se produjeron 53,6 millones de toneladas de residuos electrónicos, de los cuales solo el 17,4% se registró oficialmente como material recogido y reciclado.
Pero ligado a lo importante, ¿qué podemos hacer para reducir nuestro impacto ambiental digital? Aquí te van algunas recomendaciones sencillas:
- Utilizar navegadores ecológicos. El navegador Ecosia, por ejemplo, destina todas las ganancias de la publicidad a la acción climática. Desde su creación, han destinado más de 87.7 millones de euros a esta causa y han plantado más de 200 millones de árboles gracias a quienes lo usan. A pesar de que podríamos pensar que Google es el único navegador que existe, Ecosia brinda una opción para hacer nuestras búsquedas en internet de forma sustentable. Instalarlo es tan sencillo como buscar su página web y seguir los pasos indicados.
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Comprar dispositivos de segunda mano o reacondicionados. Aunque solemos pensar que todo lo que usemos debe ser nuevo, con los datos alarmantes de residuos electrónicos a nivel mundial, comprar un dispositivo de segunda mano hace un cambio sumamente significativo. Apple y Amazon ofrecen opciones para esto; en Apple Refurbished Store los dispositivos reacondicionados, aparte de ser más económicos, otorgan una garantía para que no tengas miedo de comprar y en Amazon Renewed encuentras una amplia gama de productos reacondicionados totalmente certificados por la compañía. Te recomiendo le eches un vistazo a sus respectivos sitios web.
- Reciclar adecuadamente nuestros dispositivos electrónicos. Cuando ya no queremos un smartphone, o ya no funciona, ¿qué hacemos con él? Podemos almacenarlo, tirarlo, regalarlo quizás. Pero la mejor opción es reciclarlo. Ya compañías como Apple, Samsung y Dell han creado programas para recibir dispositivos usados y poder reciclar sus materiales para hacer nuevos. Incluso, en el caso de Apple, te dan una pequeña recompensa por reciclarlo que puedes gastar en otros productos. Tan sencillo como ir a sus tiendas y darles un uso a esos materiales cuyo daño ambiental antes ignorábamos.
Además de estas recomendaciones, también puedes reducir tu huella digital cancelando suscripciones a newsletters que no lees, desconectando dispositivos cuando no los uses, o incluso activando el modo de ahorro de energía en tu computadora. Estos pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia.
Si bien es cierto que gran parte de la crisis ambiental depende de acciones de empresas y gobiernos, también tenemos que poner de nuestra parte. Aunque estaría genial que todos hiciéramos lo máximo posible por no dañar al medio ambiente, empezar por estas pequeñas acciones es clave, así que, ¿por qué no empiezas por esto? Si crees que puedes y quieres hacer más, ya habrás dado el primer paso en el camino hacia una vida sustentable y amigable con el medio ambiente.
Por Marco A. Macías
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