Según la Psicología del color, ciertos tonos pueden influir en cómo nos sentimos o cómo proyectamos nuestras emociones hacia el exterior. Vale señalar que el color es una forma de expresión emocional que a menudo refleja el estado de ánimo de las personas. Ello también refleja ciertos aspectos de la personalidad de cada individuo.
Es importante señalar que hay colores que, -de manera consciente o inconsciente-, algunas personas los eligen para vestir cuando se sienten tristes. A través de la historia, diversas culturas han atribuido significados específicos a los tomos. Por ejemplo, el negro puede simbolizar luto en muchas sociedades, mientras que el amarillo a menudo se asocia con la alegría. Sin embargo, los efectos de ellos, pueden variar de una persona a otra, dependiendo de sus experiencias personales y contexto cultural.
Fuente: Freepik
Estos son los colores de las personas tristes
De acuerdo con la psicología del color, el negro es capaz de transmitir autoridad y poder. Vale mencionar que también absorbe todos los demás colores, lo que indica que quien lo elige podría estar experimentando sentimientos de infelicidad, depresión o angustia. Suele vincularse con la muerte y lo desconocido, representando el lado oscuro o la sombra de las cosas. Es un color preferido por quienes desean pasar desapercibidos o mezclarse con el entorno, ya que refleja inhibición en la expresión personal. Además, su uso está relacionado con una represión emocional, frecuentemente asociada a la tristeza o el duelo.
En el caso del gris, está relacionado con la vejez y el envejecimiento, así como con la ceniza, lo que sugiere una pérdida progresiva y la proximidad del final. Las personas que eligen este color tienden a proyectar una energía apagada y sombría, según algunos profesionales. También es descripto por algunos expertos como un tono sin fuerza, conformista, indiferente y vacío. También lo asocia al duelo, reforzando su vínculo con emociones de tristeza y resignación.
Por otro lado, el color marrón, aunque en algunos contextos pueda simbolizar estabilidad, también está vinculado a emociones más pesadas, como el agotamiento emocional. La psicología del color sugiere que las personas que frecuentemente eligen este color tienden a experimentar inseguridad o desesperanza. Este tono terroso, opaco y sin brillo, amplifica las emociones de tristeza, dado que carece de la viveza de otros colores más alegres.