Muchos matrimonios atraviesan momentos de dificultad que, en ocasiones, culminan en el divorcio. Las tensiones cotidianas, la falta de comunicación y las expectativas no cumplidas pueden erosionar la base de una relación, llevando a las parejas a considerar la separación como la única salida. Este fenómeno, que se ha vuelto común en las últimas décadas, no solo afecta a los involucrados, sino que también impacta a las familias y a la sociedad en general. Entender las causas de estos conflictos es esencial para abordar la problemática y buscar soluciones efectivas.
La psicología se presenta como una herramienta valiosa para ayudar a detectar las señales de que un matrimonio está en crisis. Los profesionales de la salud mental pueden identificar patrones de comportamiento y comunicación que indican problemas subyacentes. En este nota te contamos cuáles son las cuatro señales que predicen un divorcio, según un experto en psicología.
SEÑALES QUE PREDICEN UN DIVORCIO
En 1992, el destacado psicólogo clínico y consejero matrimonial, John Gottman, realizó una investigación estadística innovadora sobre matrimonios y divorcios. Durante este estudio, Gottman logró predecir con una notable precisión del 94% qué parejas terminarían divorciándose. A partir de esos hallazgos, él y su esposa llevaron a cabo estudios exhaustivos sobre los factores que afectan la duración de las relaciones.
Gottman recopiló diversas dinámicas clave que influyen en el éxito o fracaso marital, destacando cuatro señales preocupantes que eran comunes entre las parejas que, posteriormente, enfrentaban rupturas. Uno de esos patrones identificados fue el criticismo constante.
Gottman definió el criticismo como el primer indicio de problemas en las relaciones que pueden llevar a la separación. A diferencia de una simple queja sobre un error específico, el criticismo es un ataque al carácter de la pareja, a menudo acompañado de generalizaciones amplias. Este comportamiento puede ser especialmente perjudicial, ya que desvia la atención del problema real hacia los defectos percibidos en el otro, atacando su personalidad en lugar de abordar el comportamiento en cuestión.
Otra señal que anticipa una posible separación es la defensividad que puede surgir como respuesta a este criticismo. La defensividad se entiende como un intento de protegerse ante los ataques del otro. Esta respuesta puede manifestarse de dos maneras: una es la postura de “víctima inocente”, donde se presentan excusas para nuestros errores, haciendo que parezca que estamos siendo injustamente acusados. La otra es la “justa indignación”, que consiste en contrarrestar el criticismo con un reproche aún más intenso.
El tercer pilar que indica una separación inminente y que resulta extremadamente perjudicial es el desprecio de uno de los miembros de la pareja. Este desprecio a menudo se manifiesta en una relación asimétrica, donde una persona formula críticas desde una posición de autoridad. Gottman identificó este comportamiento como uno de los más condescendientes y como un predictor significativo del divorcio.
Finalmente, el último indicador de separación según Gottman es la total indiferencia de la pareja, un fenómeno que él denomina "Stonewalling". Esto ocurre cuando uno de los miembros de la relación adopta una actitud evasiva y distante. Esta falta de compromiso generalmente es una respuesta al desprecio expresado por el otro, y se caracteriza por un profundo enojo, dolor y agotamiento, donde la disposición a escuchar al otro desaparece por completo.
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