Es justamente lo mismo que te sucede después de una noche de copas, con la diferencia de que esto es después de alcanzar una meta. Ejemplos de grandes logros que pueden darte cruda serían: A un artista después de un gran concierto (no me puedo imaginar cómo se sentirá Taylor Swift cuando termine su Eras Tour), a un emprendedor después de un lanzamiento exitoso de un nuevo producto o servicio, a un atleta después de una victoria importante, a un estudiante después de graduarse con honores y recibir elogios por su desempeño, a un profesional después de recibir un ascenso en el trabajo, a los padres de los novios, o incluso a los novios después de una boda, a un político cuando termina su período y así sucesivamente.
Después de lograr algo que venimos preparando, luchando y soñando hace mucho tiempo, al lograrlo se puede experimentar una sensación de desilusión mientras descubrimos qué sigue, o cómo mantener ese nivel de motivación para seguir adelante. Es una especie de desánimo, agotamiento y vacío que se siente después de estas circunstancias debido a las expectativas desproporcionadas y poco realistas que tal vez pusimos en el futuro y también debido al sentido de finalización que ocurre al terminar con un objetivo. Pero algo que a menudo sucede es que tenemos nuestra identidad personal fuertemente ligada al éxito, cuando este se logra indudablemente viene un vacío emocional y por eso podemos sentirnos adictos a los logros.
Para evitar esta resaca hay algunos tips:
1. Establece objetivos realistas.
2. Celebra también los logros pequeños. Así tendrás una sensación de logro constante.
3. Diversifica tus fuentes de satisfacción. Mantén un equilibrio en tus actividades y fuentes de felicidad.
4. Desarrolla una identidad sólida. Una identidad que no se base solamente en logros.
5. Establece nuevas metas. Después de alcanzar un objetivo establece metas que te mantengan motivado.
El éxito es un capricho millonario por excelencia mi querido lector que puede ser muy gratificante, pero muy adictivo y, por lo tanto, destructivo. Es un arma de dos filos. Tiene su lado positivo y un impacto muy negativo si no lo sabes manejar. Hay que tratar de mantener un equilibrio saludable entre la búsqueda del éxito y la salud mental. Por un lado, trae reconocimiento al trabajo duro y dedicación, trae consigo motivación y confianza para seguir trabajando hacia nuevas metas y desafíos, abre puertas a oportunidades nuevas, pero por el otro lado la presión y expectativas pueden ser muy estresantes. También el éxito puede llevar a una sensación de aislamiento.
Considerar el éxito como un capricho significa tratarlo como un deseo o antojo momentáneo en lugar de un objetivo genuino y significativo. En este contexto, es importante cuestionar las razones por las que se busca tener éxito. ¿Es por ganar más dinero? ¿Por reconocimiento? ¿Por pasiones personales? ¿Metas personales? ¿Por ganar respeto? ¿Por tener poder? Identificar cuál es el motor que te lleva a buscarlo es de suma importancia.
SUCCESS HANGOVER
Como le llaman en inglés a la sensación de ansiedad y poca o nula motivación después de haber logrado un éxito significativo, o algo que esperabas o planeaste por mucho tiempo.
POR BRENDA JAET
MAAZ