PIENSA JOVEN

Encuentra la belleza en lo cotidiano

¿Cuántas veces te detienes a ver un rostro? ¿A escuchar a quien está a tu lado?

TENDENCIAS

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¿Cuándo fue la última vez que dijiste o escuchaste la frase: “Esto sí es vivir”? Probablemente fue en un momento de emoción o alguna experiencia un poco fuera de nuestra rutina habitual que nos lleva a disfrutar lo que estamos viviendo en ese momento y a grabarlo en nuestra memoria. Pudo haber sido una emoción fuerte, incluso extrema, como una montaña rusa o muy relajada como disfrutar una buena bebida en una alberca. Cualquiera que haya sido, pudo haberse encontrado fuera de nuestra rutina

 ¿Cómo podemos disfrutar de la misma forma la rutina habitual?

Hoy en día vivimos en un mundo fugaz en el que si no tenemos claro lo que queremos podemos pasar sin descubrir nuestro lugar. Esa velocidad con la que avanza nos marca un paso de urgencia por querer disfrutar cada momento al máximo, queriendo convertir cada instante en un momento de emociones intensas. Un ejemplo son las redes sociales que por la forma en la que están construidas te llevan a querer cada vez más y más por el efecto que tienen en nuestra cabeza.

 Por eso es necesario entender la belleza de lo frecuente. En nuestra vida estamos acostumbrados a buscar cosas fuera de lo normal; las películas nos animan a querer ser superhéroes o espías y al volver de esa idea nos damos cuenta que la realidad es distinta y aburrida. Sin embargo, podemos aprovechar lo habitual para disfrutar y apreciar nuestra vida.

 

Disfrutar del frío de la mañana, el sabor de un buen café, los panoramas urbanos y naturales por los que pasamos a diario, los momentos que tenemos con nuestros amigos, todo es una oportunidad para gozar lo frecuente. ¿Cuántas veces te has detenido a contemplar un jardín o el pasar de las personas en un lugar vivo? Experimentar nos lleva a contemplar y disfrutar esos momentos que pueden parecer ordinarios pero que se vuelven oro.

 

Cuando nos esforzamos por gozar de esos momentos desarrollamos una sensibilidad especial para deleitarnos con la rutina y con la normalidad dejamos de buscar desesperadamente momentos extraordinarios y disfrutamos lo cotidiano. Encontramos en nuestra realidad un mundo nuevo, alegre, joven y vivo. Una forma de contagiar tu visión del mundo y tus ilusiones por disfrutar cada momento en un sentido sano, saboreando el silencio y el ambiente, nuestras relaciones e incluso nuestros problemas.

 

Al abrir bien tus ojos y ver detenidamente dónde estás parado: contempla, imagina, despreocúpate y deleitate con lo que tienes. Encuentra esa belleza que te está llamando a saber estar en el lugar en el que estás, sin inquietarte por lo no tienes o que no ha llegado aún a tu vida. Ilusiónate con tus posibilidades y elige hacer lo que está a tu alcance que agrande tu capacidad de entender y gozar lo normal.

Por: Santiago Culebro Gamarra 

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