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Fraude millonario: extrabajadores de Omega subastan reloj “Frankestein” por más de 3 millones de dólares

El escándalo estalló al descubrirse el complot fraudulento

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Es la cifra más alta jamás pagada por este tipo de reloj. Créditos: Instagram, Omega.

Las subastas son algo esperado para los millonarios coleccionistas, hay de todo tipo y para todos los gustos, pero una realizada por tres exempleados de la marca de relojes, Omega, está siendo noticia debido a que la supuesta pieza de colección -que se vendió en más de tres millones de dólares- resultó ser pirata, algo que la casa calificó como un “Frankenstein”. 

Resulta que el reloj, que supuestamente era un Omega Speedmaster con manecillas ‘Broad Arrow’ de 1957, estaba compuesto de una amalgama de piezas en su mayoría auténticas de otros relojes antiguos, según respondió la empresa suiza en un comunicado. Esto en respuesta a los cuestionamientos realizados por Bloomberg, reportó El Financiero. 

Omega indicó que los tres exempleados estuvieron involucrados en un complot criminal para estafar con el reloj, el cual fue vendido por 3.3 millones de dólares mediante el subastador Phillips en noviembre de 2021. Cabe señalar que hasta ahora es el precio más alto jamás pagado por un Speedmaster en una subasta.

Se descubrió un complot fraudulento. Foto: Pixabay. 

De acuerdo con el comunicado emitido, fue la propia marca la que compró el reloj. Un portavoz de la empresa aseguró que la compañía aún no sabe quién llevó el reloj a Phillips para venderlo en una subasta.

Presuntamente fue un exempleado del Museo Omega y su departamento de patrimonio de marca se encontraba entre los miembros del personal quienes se encontraban entre los que fraguaron el complot fraudulento. Aunque la empresa no los identificó en su comunicado. 

Por su parte, Phillips dijo que está comprometida con los “estándares más altos y los niveles de diligencia debida en el mercado de relojes”, agregó que el reloj en cuestión había sido visto por coleccionistas, académicos y expertos y viajó a Londres, Singapur, Hong Kong y Nueva York antes de que fuera subastado en Ginebra.

Esta situación aumenta la preocupación de que los falsificadores estén creando relojes pirata o alterando modelos antiguos vendidos en el mercado secundario y en subastas para lograr precios de venta más altos.

DMGS