Dentro de la mitología romana hay historias llenas de amor y fantasía, pero también se esconden relatos que albergan actos brutales, muchas veces cometidos por capricho de dioses o gobernantes que, en su afán por conquistar la fama, la fortuna o un amor no correspondido, no tuvieron reparos en abusar de su poder para conseguir lo que querían, tal y como pasó con Esporo.
Todo comenzó después de que Nerón perdió a su querida esposa Popea Sabina, esto luego de que él mismo le provocara la muerte en el año 65, cuando, embrutecido por el vino la golpeó de manera constante, hasta que una patada en el vientre le provocó un aborto espontáneo, mismo que provocó un sangrado que terminó con su vida. Arrepentido por sus actos, el emperador romano ofreció un cortejo fúnebre, decretando, además, varios días festivos en su honor. Sin embargo, su obsesión con su difunta amada fue tal que, cuando encontró similitudes físicas entre ella y un esclavo no dudó en tomar a este como esposo.
Esporo, el joven romano que fue obligado a vestirse y actuar como mujer
En vista de que, en la antigua Roma estaba prohibido el hecho de desposarse con personas del mismo sexo, el emperador Nerón no dudó en ordenar que castraran a Esporo para entonces poder desposarlo y convertirlo en emperatriz, algo con lo que el joven nunca estuvo de acuerdo, pero debido a su condición de siervo, no tuvo más que aceptar su nuevo título, del cual había rumores fuertes, los cuales nunca llegaron a oídos del gobernante, quien era demasiado temido como para poner en entredicho su hombría.
Nerón le llamaba a Esporo "mi Popeíta" y, para evitar habladurías, le obligó a vestirse y actuar como mujer, situación que no terminaría ni a la muerte del emperador, ya que, luego de que asesinaran a Nerón en el año 68, el nuevo emperador, Otón, también lo hizo su "esposa", ya que él también había estado casado con Popea Sabina, algo que lo hizo obsesionarse con Esporo a quien tomó como consorte bajo el nombre de Popea.
Pero ya que el reinado de Otón duró poco, Esporo llegó a pensar que su suplicio al fin había llegado a su fin, sin imaginar que el sucesor de su fallecido esposo, Vitelio, le ordenaría actuar en obras de teatro representando Perséfone siendo violada por Hades, humillación que lo llevó finalmente al suicidio en el año 69.