Millones de espectadores en todo el mundo haciendo sus predicciones, esperando que ganen sus favoritos. Y es que no es para menos, la cotizada estatuilla es, desde hace casi 100 años, el reconocimiento a los mejores de la industria cinematográfica del mundo. Este año regresó la magia, y el espectáculo (escena bofetada), de la celebración a lo mejor del cine en formato presencial. Por mucho que sea fan y desde muy joven me haya interesado el cine, carezco de formación como para analizar a profundidad la cartelera de nominados.
Así que zapatero a tus zapatos. Y es que, si bien es cierto que un Oscar puede cambiarle la vida a cualquiera, la alfombra roja es sin duda la gran fiesta de la moda, por lo que se ha convertido en uno de los escaparates de publicidad más importantes. Desde la década de los años 60, se popularizó el momento que capturaba a las celebridades llegar en limosina y desfilar hacia la entrada del teatro en donde los fans se amontonan para ver a sus estrellas favoritas, con la esperanza de tener una selfie o la firma de un autógrafo. Hoy la transmisión no sólo es a través de la TV, si no también por las plataformas digitales.
¡Imagínense la magnitud que tiene! Algunas marcas sustituyen campañas por este momento de alcance mediático. Ahora bien, no crean que es tan fácil para una marca ser elegida por alguna celebridad ya que a las estrellas de Hollywood les llueven las ofertas.
Desde el momento que los nominados son anunciados, es labor de todo un equipo de expertos encontrar el vestido adecuado y este proceso toma aproximadamente dos meses. Aquí es en donde entra la labor de un stylist. Ya que no se trata de tomar una decisión apresurada.
Así como escoger darle vida a un guión en particular, puede llevar una carrera a la cima, el look adecuado puede convertir a cualquiera en un fashion icon o lo contrario. La alfombra roja nos ha regalado muchos momentos inolvidables, con diseños que han cambiado el rumbo de las tendencias y que son dignos de recordar. Aún cuando el color negro ha sido protagonista de muchos de los mejores looks de la historia, también el color blanco ha ido ganando en el gusto de las celebridades. Porque como decía la icónica diseñadora Coco Chanel; “El color blanco es absolutamente hermoso y es armonía perfecta”.
*1963l Sophia Loren con un vestido blanco con plumas.
*2004l Angelina Jolie con un vestido tipo Halter en satín crema.
*1954l Audrey Hepburn vestido blanco de Givenchy.
*2012l Gwyneth Paltrow con un vestido blanco con capa.
*2018l Margot Robbie en Chanel Haute Couture.
POR LUISA PEÑA
@luisapena.mx
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