Hay quien dice que para conocer un país es indispensable perderse entre los pasillos de sus más emblemáticos mercados, y es cierto, ya que estos han sido parte indispensable en el desarrollo cultural de decenas de civilizaciones.
En México, su tradición e historia tiene origen desde la época prehispánica, donde los antiguos mexicanos no sólo se reunían para abastecerse de víveres, sino que fungieron como importantes centros sociales que, desde entonces, fueron creando los valores, costumbres y la identidad que hoy gozamos.
CENTRAL DE ABASTOS
Este es el mercado más grande del mundo; se dice que no hay nada que no se pueda conseguir entre sus pasillos.
Surgió luego de que el mercado de La Merced ya no pudo darse abasto, siendo el año que empezó operaciones, 1982. En él no sólo conviven a diario un sinfín de comerciantes de toda la República, en los últimos años ha sido un espacio abierto al arte, a través de sus murales, y la cultura.
LA MERCED
Desde principios de la época de la Colonia, este mercado comenzó a forjar su historia y es, desde entonces, el centro minorista más grande de toda la capital mexicana.
A pesar de que en 1860 comenzó su construcción, desde mucho tiempo antes se montaba a manera de tianguis, en el también nombrado barrio de La Merced.
MERCADO DE LAS FLORES
Nadie se imaginaría que este paraíso natural rodeado de canales y vida silvestre forme parte de la inmensa Ciudad de México; sin embargo, el Mercado de las Flores se alza como uno de los más bellos, no sólo de la capital, sino del país. En este lugar encontrarás, entre chinampas e invernaderos, toda clase de plantas.
MERCADOS DE OAXACA
Ya sea caminando entre los pasillos del 20 de Noviembre, en su emblemático Pasillo de Humo, comiendo cecina y quesillo, o admirando textiles, cerámica, cestería y huipiles, en el Benito Juárez, los mercados de Oaxaca son un agasajo para todos los sentidos.
MERCADO HIDALGO
Inaugurado por Porfirio Díaz en 1910 como parte de los festejos del centenario de la Independencia, este sitio originalmente fue pensado para ser una estación de ferrocarril, pero su destino final fue albergar al principal mercado de Guanajuato. Su imponente portón de cantera es la entrada principal y su bóveda está coronada con una torre con un reloj y un hermoso pararrayos.
MAAZ