Tuvieron que pasar 40 años para que el famoso grupo de pop ABBA regresara a los escenarios con material inédito. El disco Voyage significará el triunfal regreso de una de las bandas suecas más influyentes de la década de los 70, quienes alcanzaron la fama gracias a éxitos como Mamma Mía, Gimme! Gimme! Gimme! (A Man After Midnight), Chiquitita, Take a chance on me y, por supuesto, Dancing Queen.
Este grupo se formó en 1972 y el significado de su nombre ABBA no es más que el acrónimo que surge de las iniciales de sus cuatro integrantes: Agnetha Fältskog, Björn Ulvaeus, Benny Andersson y Anni-Frid «Frida» Lyngstad. Dos años después fue cuando saltaron al éxito tras su participación en el concurso de Eurovisión.
Estuvieron vigentes por una década, sin embargo cuarenta años después siguen siendo referentes cuando se habla de música pop. En su haber, ABBA cuenta con ocho discos de estudio, 10 discos en vivo, 12 recopilaciones, 10 DVD y casi medio centenar de sencillos lanzados. Ahora vuelven 40 años después con un nuevo material de estudio que contendrá 10 canciones inéditas, además de que ofrecerán un concierto lleno de luces.
El emotivo origen de Dancing Queen
Aunque eran suecos, siempre cantaron en inglés, razón por la que se volvieron populares, pues al ser un idioma casi universal sus pegajosas y sencillas canciones pudieron ser escuchadas en cada rincón del planeta. Muchos expertos musicales solían señalarlos por tener canciones planas o con letras tontas, sin embargo, a continuación te contaremos una historia que tirará todas aquellas críticas que recibían por cantar algo que no daba 'un mensaje'.
Sin duda Dancing Queen es una de las canciones más emblemáticas de ABBA. El tema fue lanzado el 16 de agosto de agosto de 1976 como sencillo de Arrival, su cuarto disco de estudio. Poco a poco se convirtió en todo un himno pop-dance, dejando en claro que no se trataba 'de una canción más'.
El tema habla de una mujer de apenas 17 años que ama bailar y se divierte haciéndolo en las fiestas a las que va. Esta pegajoasa y bailable canción de ABBA cobró después más relevancia cuando -portando trajes del siglo XVIII- la interpretaron en vivo en la Ópera de Estocolmo un día antes de la boda de Carlos XVI Gustavo y Silvia de Suecia, a quienes de hecho les ofrecieron el tema como regalo de bodas.
De acuerdo con Vanity Fair, el grupo se inspiró en la historia de amor de estos miembros de la Familia Real de Suecia para componer el tema. Y es que no muchos saben que Silvia de Suecia (cuyo apellido de soltera era Sommerlath) antes de ser una reina consorte no formaba parte de la realeza. Sin embargo, su belleza cautivó al Rey Carlos, quien la cortejo y por mucho tiempo tuvo que esconder su relación con ella, pues a su padre no le agradaría la idea de que su hijo estuviera con una plebeya.
No obstante el amor que ambos sentían fue más fuerte e hicieron pública su relación. No sin antes ser captados muy enamorados mientras bailaban en una discoteca sueca. Esa escena de la historia de los hoy Reyes de Suecia fue la que inspiró a ABBA a crear la canción Dancing Queen.
Con información de Vanity Fair y Hola