Para hablar de moda mexicana es indispensable conocer, aunque sea, un poco de su historia y raíces, pero sobre todo, de las manos que la crean. Nuestra moda nació hace varios siglos, pero se sabe más acerca de ella desde su época precolombina. Desde entonces; basándose en el trabajo artesanal y tradición textil que se encuentran intrínsecos en nuestro bagaje cultural, y que siguen latentes en el diseño y hechura de cada prenda confeccionada por los diseñadores mexicanos contemporáneos.
Más allá del rebozo, la guayabera, el huipil y el sombrero de charro, nuestros diseñadores actuales utilizan todo el conocimiento ancestral, artesanal y mano de obra combinándolos con la tecnología, infraestructura, creatividad y diseños contemporáneos para crear una moda mexicana moderna y llena de contenido y valor, capaz de competir con cualquier diseñador a nivel mundial.
La industria de la moda actualmente es muy importante para la economía de nuestro país, contribuye con 2.4 por ciento del PIB del sector manufacturero. Emplea a muchas personas en su cadena de suministro, en su mayoría son mujeres. Esta cadena se compone desde la persona que siembra el algodón en el campo, las que lo procesan, las fábricas, maquilas, talleres, costureras, sastres, modistas, vendedores, asesores, equipos de mercadotecnia, fotógrafos, prensa de moda, modelos, estilistas, diseñadores, vendedores, periodistas de moda, dependientes en la tienda hasta los choferes que hacen las entregas de las prendas. ¿No sería muy lógico apoyar esta industria para reactivar nuestra economía?
Son siete los diseñadores que representarán este noviembre a México en Dubái dentro del marco de la Expo 2020 Dubai (por cuestiones de pandemia se pospuso para este año), bajo el tema de tolerancia e inclusividad y con el símbolo de la mariposa monarca. Lydia Lavín, Monserrat Messeguer, Benito Santos, Carlos Pineda, Armando Takeda, Jasive Fernández y Pineda Covalín. Todos mexicanos, con un estilo propio muy diferente, todos con un impacto social y todos con el ADN mexicano en sus diseños. Muy diferentes en propuestas de diseño, pero muy similares en cuanto a su ética de trabajo, valores y compromiso con el proyecto, queriendo dejar huella para ser los primeros diseñadores en abrir las puertas y representar a nuestro país en este tipo de plataformas internacionales. Un gran acierto de este gobierno, en especial de la subsecretaria de Relaciones Internacionales Martha Delgado, el dar oportunidad a la industria de la moda mexicana de ser parte de su agenda cultural en esta ocasión.
El pabellón de México hará énfasis en los temas de biodiversidad y migración, por lo que eligió como símbolo la mariposa monarca, porque cada año emprende un gran viaje de miles de kilómetros para luego regresar a casa.
Importante entender nuestra responsabilidad dentro del éxito o fracaso de nuestra industria. Nuestra decisión de compra tiene el poder de hacer que se genere más demanda. Si consumimos moda mexicana nos convertimos en agentes de cambio de nuestra propia industria, y podemos lograr una reactivación poderosa de la misma en donde se generen más empleos. Consumir moda mexicana no es un capricho, es un deber de los que amamos a México.
Lydia Lavín
Trabaja con artesanos mexicanos y comunidades.
Carlos Pineda
Originario de Colima, ha roto esquemas.
Marco Corral
Será el productor de moda del evento.
Armando Takeda
Su propósito es crear piezas de alta moda vendibles.
Rames Xelhuantzi
Designado como el fotógrafo oficial en el proyecto.
Pineda Covalin
Icónico por su paleta de colores vibrante.
Montserrat Messeguer
Ha inspirado su marca en la región norte del país.
Benito Santos
Su genialidad se refleja en los vestidos de gala.
Brenda Jaet
Impulsora del talento mexicano y la moda nacional.
Jasive Fernández
Ha centrado su pasión en la mujer contemporánea.
PAL