PIENSA JOVEN

Derecho y Tecnología: Una nueva realidad para la abogacía

La tecnología llegó para revolucionar al mundo, es inevitable ver su expansión a lo largo y ancho de nuestra sociedad. Pero, ¿estamos preparados para enfrentar esta nueva realidad? 

TENDENCIAS

·
Foto: Shutterstock
derecho y tecnología legaltech.Foto: ShutterstockCréditos: Foto: shutterstock

En las últimas décadas ha habido una revolución tecnológica que se ha apoderado de nuestra realidad cotidiana, un claro ejemplo de ello, es que en México hay alrededor de 84.1 millones de usuarios en internet, lo que representa el 72% de la población de seis años o más (IFT, 2021). La telefonía celular cuenta con 88.2 millones de usuarios, lo que representa 75.5% de la población de seis años o más. 

También, han aumentado el uso de Inteligencias Artificiales en las empresas, ya que de acuerdo con un estudio de McKinsey & Company (2020) en el año 2020, al menos 50% de las personas que respondieron las encuestas, dicen que sus empresas han adoptado la Inteligencia Artificial en al menos una función de negocio.

Por lo anterior mencionado, han surgido y se han popularizado herramientas tecnológicas en el ámbito legal, las cuales buscan facilitar la interacción, la gestión, los costos y la eficacia con las que se ofrecen y publicitan los servicios legales, y a este concepto se le ha nombrado como: Legaltech. 

Pero, ¿qué se entiende por Legaltech? Aunque no hay un concepto universalmente aceptado sobre lo que es y lo que incluye la Legaltech, haciendo un esbozo general, podemos entenderla como el uso y desarrollo de medios tecnológicos para la prestación de servicios legales. Este concepto, de reciente creación, ha sido objeto de múltiples controversias y detractores, ya que hay abogadas y abogados que se niegan a usar la tecnología en la praxis profesional, lo cual, ha limitado la incorporación y normalización de esta en el ámbito académico y profesional.

A su vez, les quita a las personas la oportunidad de obtener servicios y trámites legales mucho más amigables y eficaces, lo que deriva en la no continuación de los mismos, provocando una situación de incertidumbre jurídica. 

No obstante, son más los abogados, académicos, instituciones educativas y colegios de abogados, los que se comprometen con la difusión y enseñanza del derecho y la tecnología, pronunciándose a favor de la misma y reconociendo el carácter de necesaria e inevitable. 

Somos el alumnado, el profesorado, los colegios de abogados, las y los abogados quienes tenemos la responsabilidad de promover y concientizar sobre el uso de la tecnología en nuestra profesión. No hay duda de que las herramientas tecnológicas no van a sustituir la labor de un abogado, sino serán parte de las herramientas que tengamos a nuestra disposición para ofrecer mejores y más eficaces servicios.

Desde luego, aún queda un gran camino por recorrer y muchos temas que abordar y solucionar, pero es un primer paso el reconocer el fenómeno tecnológico y alistarnos para la nueva realidad de la abogacía.

Sí a la tecnología, sí al cambio, sí al progreso y sí a una era digital. 

mgm