A pesar de que cuando nació los veterinarios recomendaron sacrificarla, sus dueños decidieron darle una oportunidad, de este modo “Nekku”, una corgi que nació con un defecto congénito el cual la hace que tenga dos trufas (dos narices de perro), ha sorprendido al mundo y desconcertado a los veterinarios.
Ocho años después de que los expertos recomendaron sacrificarla, Nekku, ha superado todas las expectativas y pese a su condición se muestra muy contenta viviendo al lado de su familia y sus hermanos peludos.
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Esta singular perrita, cuya singular nariz asemeja un corazón, ha ganado el cariño de miles de internautas por su inigualable nariz y su tenacidad de aferrarse a la vida. Esta perrita vive en Finlandia con otros dos corgis, Niisku-Neiti y Karkki, disfruta de su vida y le encanta oler flores.
Su dueño Jarmo Korhonen, de 38 años, se enamoró de ella, la compró al criador y prometió darle la mejor vida posible, algo que ha cumplido hasta este momento.
https://youtu.be/VV58-Cw7wPM
Catalburun el perro de dos narices
Si bien el caso de “Nekku”, es muy particular y responde a una malformación genética, pocos sabe que existe un perro con “dos narices” y recibe el nombre de Catalburun una raza procedente de Turquía.
Esta especie por la conformación de su “nariz partida”, visualmente da la sensación de que tiene una doble nariz, una circunstancia anatómica que resta algunos poderes olfativos a esta especie.
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Un buen ejemplar de Catalburun puede llegar a pesar 25 kg y medir 50 centímetros de alzada, lo que significa que se trata de una raza grande; su apariencia es poderosa y sus extremidades fuertes y musculadas.
Cuenta con unas orejas largas y un hocico con forma alargada que otorgan a los Catalburun la apariencia de perros cazadores, una actividad para la que también son utilizados en la actualidad por sus buenas prestaciones como sabuesos.
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Por: Redacción Digital El Heraldo de México
ssb