La película Ya no estoy aquí se estrenó el mes pasado en la plataforma de steaming Netflix. El filme es del director mexicano Luis Fernando Frías de la Parra y cuenta la historia de Ulises, un joven de 17 años que está inmerso en la subcultura “Kolombiana” en Monterrey, Nuevo León, quien tiene que huir debido a la violencia que se vive en el país.
La cinta a provocado distintos comentarios entre el público, pues algunos argumentan que no es un reflejo de la sociedad regia, ya que la vestimenta de protagonista, similar la de los cholos de Los Ángeles, y la música que escucha, cumbias colombianas a menudo rebajadas y vallenatos; no es algo por lo que se le reconozca a los habitantes del norte del país.
Sin embargo, es una realidad que existe los llamados "Kolombios", los cuales, en su mayoría, viven en las zonas marginadas de esta ciudad de Nuevo León. Además, el género musical que escuchan: la cumbia rebajada, es originario de esta zona del país.
[nota_relacionada id=547253]México se adueña de la cumbia
México por muchos años fue el principal punto de partida de la música. Ya fuera para que los grupos latinos se dieran a conocer en Estados Unidos, o por el contrario, que los artistas estadounidenses se lanzaran hacia América Latina.
Desde 1920, con la llegada del danzón, nuestro país acogió los ritmos latinos rápidamente, así que se empezaron a crear las primeras orquestas tropicales mexicanas. Después, alrededor de 1940 llegaría el mambo junto a Damáso Pérez Prado y posteriormente surge el cha-cha-cha.
De acuerdo alantropólogo y sociólogo, Darío Blanco, en su tesis La cumbia como matriz sonora de Latinoamérica, destaca que durante la época de los 40 comenzaron a surgir las principales orquestas con sonidos colombianos como la Sonora Martancera.
Sin embargo en la década de los 60, comienza la decadencia del género, debido a que los grupos tienen un interés comercial, por lo que comienzan a surgir artistas que "mexicanizan" el sonido colombiano. Algunos de ellos fueron Mike Laure, Linda Vera y Rigo Tovar, quienes rápidamente extendieron la música tropical en todo el país.
Los sonideros en el D.F. y Monterrey
Los sonideros comienzan a apropiarse de los barrios de la Ciudad de México, entonces Distrito Federal, y de Monterrey. Estos son eventos donde se cierran las calles para usarlos como centros de bailes. En la mayoría de shows no se cuanta con la parecencia de grandes orquestas, en su lugar están los dj quien se encargan de tocar los éxitos y mezclarlos de una forma original.
Estos lugares fueron unas de las principales razones por las cuales las cumbias se comenzaron a popularizar en las zonas marginadas del país.
El accidente de la cumbia rebajada que conquistó Monterrey
En la segunda mitad del Siglo XX, varios latinoamericanos migraron a México para intentar a cruzar a Estados Unidos. Por consecuencia en Monterrey se establecieron comunidades de diferentes nacionalidades del sur de América, una de ellos los colombianos.
También en esta época la importación de discos desde la Ciudad de México aumentó. Distintos géneros musicales de ese país se popularizaron tales como la cumbia, el vallenato y el porro.
La música pasó de ser distribuida en discos de vinilo a casetes, por lo que se comenzaron a usar diferentes equipos de grabación para cambiar los formatos de un lugar a otro. [nota_relacionada id=1085014]
A Gabriel Duéñez, sonidero por cuatro décadas y coleccionista de música colombiana de Monterrey, se le atribuye la creación de este género musical, pues declaró:
"De tanto tocar, de cinco a seis horas, el equipo se calentó provocando que diera menos revoluciones al disco, y así llegó el tono rebajado. Ya después trate de reparar la tornamesa y, pues no pude, mejor así la dejé"
A la gente pareció gustarle, así que Dueñez empezó a grabar casetes y recopilatorios con este particular ritmo submarino, las voces arrastradas, los acordeones escupiendo notas graves como trombones. Otros sonideros se sumaron a la moda y los cumpleaños, las quinceañeras y las fiestas callejeras empezaron a moverse a un ritmo más pausado.
Por: Redacción Digital Heraldo Radio
Mariana FA