La mujer con más alta alcurnia en México de 1864 a 1867 pisaba los lugares más emblemáticos y famosos del país; sin embargo, hubo un día en que visitó El Barrio Bravo de la hoy Ciudad de México.
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De acuerdo con el relato de Luciano Pérez, escritor del libro Cuentos Fantásticos de la Ciudad de México o Aventuras en Mexicópolis, hubo un día en que Carlota se emborrachó con pulque y en Tepito.
La narración explica que a la emperatriz le llamó la atención Tepito, tenía algo especial que no podía entender su esposo, Don Maximiliano de Habsburgo.
Aquel día, Carlota Amalia Leopoldina fue a una pulquería y la gente que tanto la quería la recibió entre aplausos y gritos eufóricos por las chicas que frecuentaban el sitio.
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Mientras la mujer disfrutaba de su visita y se ambientaba para pasar un buen rato, sus damas de compañía estaban asustadas y un poco nerviosas.
Carlota pidió la tan famosa bebida del país, el pulque, mientras se ponía alegre con sus nuevas comadres, quienes la alentaban a divertirse; lo mismo lo hacían los hombres ebrios.
Tan feliz estaban los asistentes de la pulquería que decidieron sacar una guitarra y cantarle canciones de amor a Doña Carlota.
Lo más curioso de esta historia de borrachera es que la emperatriz decidió probar una bebida endémica que hasta la actualidad es marginada como para la "prole".
Tiempo después, no hay una fecha exacta de la visita a Tepito, Carlota tuvo que viajar a Francia y Roma para pedir ayuda, pero después de su estancia en Europa enloqueció.
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En tanto, su esposo, el emperador que le dio la espalda a los conservadores y decidió apoyar a los liberales murió ejecutado en el Cerro de las Campanas el 19 de junio de 1867.
Por: Redacción Digital El Heraldo de México.
vbs
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