En Europa el fenómeno migratorio es única. La abundancia de grande ciudades ha dejado a muchos poblados sin futuro y a otros en calidad de pueblo fantasma. Tal es el caso de la pequeña Bormida en el Norte de Italia, una localidad que se está quedando sin población debido a que sus nativos dejan su tierra a la menor provocación.
Decidido a que el pueblo que administra no se extinga, el alcalde Daniele Galliano anunció que solicitará al gobierno financiamiento para echar un plan en el que, entre varias medidas, entregue 2,000 euros a todo aquel que decida mudarse a sus tierras.
Ahora el reporte, publicado originalmente por The Guardian, está dando la vuelta al mundo.
No hay mucho para hacer acá. Pero la vida es simple y natural, tenemos bosques, cabras, la iglesia y mucha buena comida. Una vida sin estrés es lo que prometemosPara todo aquel que resulte interesado, Bormida está localizado a 420 metros sobre el nivel del mar y a 80 kilómetros de Génova, una urbe de 1.5 millones de habitantes que es la cuarta en importancia económica para Italia. Dentro de los 23 kilómetros cuadrados que la delimitan, solo 394 personas tienen su domicilio. Además de la jugosa cifra que ofrece la alcaldía, el costo de vida aquí es muy barato. La renta por una casa pequeña promedia los 50 euros; pero si le gusta el espacio, una casa grande alcanza apenas los 120 euros. “No hay mucho para hacer acá. Pero la vida es simple y natural, tenemos bosques, cabras, la iglesia y mucha buena comida. Una vida sin estrés es lo que prometemos”, dijo el alcalde Galliano sobre su generoso plan. Aunque hay que tener cuidado, porque la oferta todavía tiene que ser aprobada por el gobierno local de la región de Liguria. Seguiremos informando. Por Redacción El Heraldo