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Ricardo Barroso, un rebelde con causa

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En exclusiva para El Heraldo de México, el arquitecto e interiorista abrió las puertas de su showroom para contarnos cómo fue que logró convertirse en uno de los 50 mexicanos más creativos del mundo. "Cuando era niño me la vivía cambiando los muebles de mi casa. Entraba, veía la sala y si a mi gusto se veía amontonada, la movía. Metía algunos adornos en cajas y cuando mi mamá llegaba, gritaba: "¡Nos robaron!", pero no. Era yo haciendo que se viera mejor el espacio. Recuerdo que me decía que cuando me casara podría decorar como quisiera. La cosa es que no me he casado y, por fortuna, vivo del diseño de interiores desde hace ya más de 19 años", aseguró Ricardo Barroso, interiorista y arquitecto mexicano nombrado por Forbes como uno de los 50 mexicanos más creativos del mundo. Joven indomable, vivió solo desde los 17 años y, desde entonces, la seguridad en sí mismo ha sido su mejor aliada: "Soy una persona que escucha consejos, pero, que sigue a su instinto. Fui rebelde y aún lo soy. Lo demuestro con cada uno de mis diseños, al mezclar colores y texturas", reflexionó el mexicano que en noviembre pasado presentó en Nueva York, de la mano del diseñador Ralph Lauren, Interiors, su séptimo libro. La obra, cuyo prólogo fue escrito por la actriz Eva Longoria, muestra, por primera vez, su trabajo como decorador. En su showroom de Santa Fe, orquídeas, espejos, pieles y muebles en tonos neutros combinan a la perfección con los detalles plateados y dorados de sus accesorios. La música suave y la delicada fragancia de las flores seducen a cada uno de sus visitantes, quienes al ver las paredes tapizadas con diplomas y publicaciones de decenas de revistas, advierten que se encuentran ante una celebridad del interiorismo mexicano que, alrededor del globo, ha dejado su huella en casas de artistas famosos, aviones, yates privados (Azimut 117), restaurantes (Rivoli, en Bosques) y hasta centros nocturnos (Hyde, en Arcos Bosques). Pero detrás del lujo y el glamour se esconde una vida en la que la "dedicación (90%), formación (9%) y suerte (1%)" fueron determinantes: "Al finalizar arquitectura me di cuenta de la realidad y me puse a pensar en qué podía destacar. Investigué quién hacía diseño de interiores. Mi sorpresa fue que sólo algunas esposas de arquitectos lo hacían. En realidad el único era Arturo Pani. Yo creo que él ha sido el único gran diseñador de interiores que ha tenido México. Fue mi inspiración", relató Ricardo, quien advirtió la oportunidad y se lanzó sin miedo a conquistar el mercado del interiorismo, que hoy lo tiene diseñando un par de casas en México, un departamento en Miami y ultimando los detalles de su octavo libro.
"La vida no es como el cuento de 'La Cenicienta'. No fue fácil, hice muchos sacrificios y, poco a poco, me fueron contratando. Mi fama creció de boca en boca. No hubo milagros, más que dedicación y pasión al combinar diseño y arquitectura, para mí el yin y el yang".
Hoy, hacer viajar a sus clientes a través de sus diseños y hacerles sentir que encuentran un oasis en medio de una gran ciudad es su prioridad. Mientras que su sello personal y motivo de su éxito es el balance entre la comodidad y la estética: "Es simple: para mí la comodidad es parte fundamental del lujo". POR MIRIAM LIRA MIRIAM.LIRA@HERALDODEMEXICO.COM.MX