La cuarentena ha afectado al lanzamiento de muchos videojuegos que se esperaban en este 2020, retrasando sus producciones y por tanto sus estrenos, pero a quien parece no haber perjudicado es a Nintendo. La compañía de la gran ’N’ nos sorprendió en pleno encierro al anunciar Paper Mario: The Origami King y meses más tarde lo sacó al mercado, apenas hace un par de días. Por supuesto, ya lo jugamos y a continuación contaremos nuestras impresiones.
Comencemos por lo que ya sabíamos, la historia comienza en el mundo de Paper Mario, que se vio invadido por el rey Olly. Este monarca de papel convirtió a todos nuestros personajes favoritos del Mushroom Kingdom en piezas de origami y envolvió el castillo de la princesa Peach con lazos de papel de colores, para posteriormente llevárselo.
Mientras tanto, Mario y Luigi se dirigen a la plaza principal frente al castillo para disfrutar de un festival, sólo para descubrir que no hay nadie. Tras investigar un poco, Mario se encuentra con una Peach de origami, que se comporta de una manera muy extraña.
Un grupo de goombas de origami capturan a Mario y lo llevan a un calabozo, donde conoce y rescata a Olivia, su nueva cómplice para esta aventura. Ella es una creatura de origami, hermana de Olly, que quiere que las cosas regresen a la normalidad, por lo que te acompañará todo el tiempo, dándote consejos y con un sentido del humor muy simpático.
Cuando ambos logran escapar, ella le platica a Mario que su hermano se volvió loco y quiere apoderarse del reino con las fuerzas de Bowser, quien también fue doblado como papel y no será nuestro enemigo en esta ocasión.
Prácticamente todos los habitantes del reino están convertidos en origami, por lo que nuestra misión será rescatarlos e ir liberando el castillo, una tira de papel a la vez, color por color. Curiosamente, los típicos enemigos de Mario, esta vez agradecerán su presencia, pues los tendrás que ir salvando de sus prisiones de origami y es muy simpático ver a un shy guy o a un koopa siendo amables con el popular plomero.
Desde el comienzo, Mario tendrá una bolsita con confeti que le servirá para rellenar huecos en las estructuras de papel y ganar algunas moneditas. Éste no es infinito, pero siempre se podrá reponer, por ejemplo: aplastando flores y sacudiendo a martillazos los árboles para que caiga.
Este juego es un RPG con un guión muy interesante, tanto en la historia como en los diálogos de los personajes, que te harán reír en más de una ocasión con sus divertidas ocurrencias.
El modo de combate es de un estilo ya conocido, pero que no habíamos visto en otro Mario: aquí no tendremos que usar estampas y pintar, si no que tenemos algo parecido a un JRPG, basado en turnos, pero con mecánicas de puzzle, que te pondrán a pensar cada vez más.
Esta forma de combate puede resultar desesperante al principio, porque uno quisiera simplemente saltar sobre un goomba, eliminarlo y seguir con la historia, sin embargo cuando uno se da el tiempo de entender la mecánica y va encontrando diferentes botas y martillos con mejor calidad para usar durante el enfrentamiento, la experiencia se vuelve más divertida.
A grandes rasgos, Mario aparece en el centro de un tablero circular con casillas y tendrá que acomodar a los enemigos dentro de un número limitado de movimientos, con el tiempo encima, para poder eliminarlos en el menor número de pasos posible.
A esto habrás de sumarle el uso de objetos que irás comprándole a uno de los toads rescatados, que te ayudarán a enfrentarte a diferentes tipos de enemigos. Por ejemplo, deberás saltar sobre enemigos picudos con botas de metal, ya que con las simples te harán daño sus afiladas figuras.
Donde cambia el modo de batalla, es cuando nos enfrentamos a los Vellementals, que son una especie de jefes relacionados con los cuatro elementos. En esta dinámica, Mario aparece en la orilla del círculo y tenemos que pensar por dónde nos conviene pasar para obtener ventajas y ataques, que nos ayuden a sobrevivir y vencer al enemigo, que está en el centro.
Una vez vencido, el Vellemental permitirá a Olivia convertirse en él a través del origami para ayudar a Mario en diferentes momentos de la historia.
Cabe mencionar, que si en algún momento te cansas de combatir con cuanta figura se te atraviese, puedes tratar huir del combate, aunque no siempre te dejará. Esto ayudará si prefieres avanzar más rápido en la historia y cumplir tus objetivos sin rodeos.
En los niveles también hay cambios interesantes, porque todos los mundos están relacionados entre sí y las famosas tuberías de colores nos ayudarán a viajar rápidamente entre ellos.
Cada mundo tiene un listón que hay que encontrar para desamarrar y tiene sus propias características, tanto a nivel gráfico como sonoro y de enemigos. Esto crea un atractivo visual muy disfrutable, siempre respetando la esencia de todos los juegos de Nintendo.
La textura de los materiales con los que está “construida” cada parte de este videojuego es hermosa y te ayuda a entender si Mario necesita interactuar con el ambiente, dándote pistas visuales que no siempre son evidentes.
Dentro de cada nivel, es importante ponerle atención a los detalles, ya que dentro de todas las manualidades habrá toads atrapados, que deberás encontrar porque te ayudarán a pasar el juego. Para ello tendrás que hacer uso de tu martillo en estructuras que puedan parecer de origami, o bien, el nuevo poder de Mario, los 1000- Fold Arms (unos brazotes de acordeón para jalar papeles a distancia).
En este juego la cámara es fija, pero en vez de resultar incómoda, nos ayuda a ver lo que Nintendo quiere que veamos para ayudarnos en el juego, ya que hay muchos secretos por descubrir.
Conclusión
Es un juego que te enamora a primera vista con sus hermosas manualidades en el arte gráfico. La banda sonora con instrumentos clásicos ayuda a reflejar la atmósfera de cada momento, recordándote siempre el estilo de Mario. No encontramos ningún bug o glitch durante todo el juego.
Quizás un punto en contra, es que al entrar o salir de un lugar o combate, el tiempo de carga e introducción puede ser un poco lento, pero ya que te acostumbras al ritmo del juego entras en la dinámica.
El modo de batalla, aunque pudiera resultar extraño al principio, está tan bien hecho que acabamos entendiéndolo y creando estrategias para derrotar a los enemigos sacándole el mayor provecho, que dejan un buen sentimiento de satisfacción al derrotar los escenarios más complicados. Es sin duda un gran viaje lleno de vistosas manualidades de muchos estilos distintos, que resulta una experiencia relajante y al mismo tiempo estimulante al pensamiento lógico.
Si quieres ver cómo se ve físicamente el juego, te invitamos a ver este review que hicimos: [mow_video youtube_id=0D5szLKgYfo]
Por Redacción Digital de El Heraldo de México
msr