Desde la creación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) este organismo ha sido objeto de críticas por diversos actos que, en múltiples ocasiones, parecen contradecir el espíritu por el cual fue establecida. Incluso, el periodista y ensayista, Eric Frattini, en su libro "ONU: Historia de la Corrupción", documentó diversos acontecimientos que van desde fraudes y sobornos, hasta casos de tortura por malas administraciones dentro de este organismo internacional.
De igual forma, numerosos discursos e investigaciones afirman que, el papel de la ONU sólo ha respondido a los intereses de las grandes potencias sin importar los principios establecidos en la Carta de las Naciones Unidas como los ideales que inspiraron su creación.
Es por eso que, no me sorprenden, las recientes declaraciones del presidente del Comité de Desaparición Forzada (CED, por sus siglas en inglés) de la ONU, Olivier de Frouville, quien aseguró, sin mostrar una sola prueba, que “las desapariciones forzadas en México son sistemáticas y generalizadas”, es decir, incluye la participación en este delito, de autoridades locales, municipales y hasta federales lo que resulta verdaderamente irresponsable.
Lo anterior me parece increíble ya que, este organismo a pesar del lamentable papel que ha jugado a lo largo de la historia, piensa que cuenta con la calidad moral para acusar de manera tendenciosa como lo ha hecho el presidente del CED quien desconoce que en México se ha luchado, como nunca, por los derechos humanos a tal grado que al día de hoy, no hay una sola represión en contra de quienes se manifiestan en alguna plaza pública como ocurría en los gobiernos de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto, por mencionar algunos, en donde el tolete y los gases lacrimógenos eran su forma de dialogar, por ello resulta lamentable que una agencia avalada por un organismo como la ONU, en lugar de proponer soluciones, politice un tema tan delicado como lo es la desaparición de personas.
Como era de esperarse, la oposición en nuestro país a falta de propuestas, vio la oportunidad de atraer reflectores y también lanzó una serie de calumnias en contra del actual gobierno usando este tema que por cierto, al PRIAN les debe pesar como una enorme losa sobre sus espaldas por no haber hecho absolutamente nada por los desaparecidos sino todo lo contrario. Ahora y, sin importarles el dolor y la revictimización de los familiares buscadores, buscan sacar raja política.
Por ello, y debido a la actuación irresponsable, el Poder Legislativo estudia acciones legales en contra De Frouville y desde el Congreso, me sumo a la aclaración que legisladores han hecho a favor del gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha respetado en todo momento, los derechos humanos de los mexicanos por la simple razón de que no comulga con las viejas práctica de los gobiernos neoliberales, esos que el funcionario de la ONU, nunca supo que en el 2018, el pueblo de México los corrió pero tampoco sorprende, toda vez que es evidente que si Olivier de Frouville, ignora el pasado de la ONU, con mayor razón, debe desconocer la política interna de México por lo que, en lugar de emitir juicios vacíos, debería trabajar de manera urgente por la credibilidad del organismo al que pertenece.
POR JULIO CÉSAR MORENO
Diputado federal de Morena
@JCMoreno
MAAZ