Una vez más, después de más de seis años, volvemos a un tema de vida o muerte: el abasto de medicamentos. No hay forma de minimizar este asunto.
La cereza en este amargo pastel es que se anuló la licitación de compra de medicamentos, insumos médicos y material de curación correspondiente al periodo 2025-2026.
Esto se debe a “irregularidades” por parte de Birmex (Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México), la dependencia que debe ocuparse de la contratación de todos los fármacos que adquiere el Gobierno en México. Si usted quiere sustituir el eufemismo “irregularidades” por corrupción y malos manejos lo puede hacer libremente. Son intercambiables.
La flamante Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno —cualquier cosa que eso sea— decidió suspender esta licitación pública internacional por “vicios de origen” (otro eufemismo). Esta orden deberá acatarse antes del lunes 21 de abril, con todo y Semana Santa de por medio.
Dice la Secretaría de Salud que no nos preocupemos, que con las órdenes de suministro ya emitidas estará garantizado el abastecimiento de medicamentos. Esto es, “ora” si ya mero somos como Dinamarca, sin Groenlandia, pero Dinamarca, al fin y al cabo. No hay por qué preocuparse, cuestión de confiar y esperar. Además, se van a cubrir los pagos acordados a los productos que ya fueron entregados. Ya ven, personas de mala fe, todo está bajo control. Oremos.
La pequeña tropelía significa que Birmex deberá aclarar un monto por más de 13 mil mdp por la adquisición de medicamentos y vacunas que no se apegaron a las cantidades autorizadas en el Presupuesto de Egresos de nuestro país.
Quienes denunciaron esto fueron otros participantes de la supuesta licitación, ya que conocieron de primera mano cómo se hicieron estas trampas para que algunos fueran más favorecidos que otros.
Si usted me pregunta quienes fueron los responsables de estos hechos aparentemente delictivos, pues le diré que quién sabe, al menos hasta el momento en que escribo este texto. Lo que se ha dicho es que tres funcionarios (¿?) ya “fueron separados de sus cargos”. No, pues sí.
La desgracia es que llevamos casi siete años en los que no podemos comprar en tiempo y forma medicinas para salvar la vida de millones de mexicanos. En una pelea cerrada entre la incompetencia administrativa y la corrupción generalizada, estos malignos factores resultan los responsables directos de este desastre humanitario. Son 175 claves de fármacos que deberían salvaguardar la salud de estos miles y miles de enfermos que quizá, por culpa de la irresponsabilidad y/o la avaricia de muchas autoridades, no logren sobrevivir.
Que se iba a terminar con la corrupción de la industria farmacéutica (no hubo ni una denuncia); que la ONU iba a comprar los medicamentos (que no pudo y con razón); que la farmaciototota (idea francamente absurda) iba a ser la solución a este problema; que ya merito íbamos a ser daneses; en fin, que no se ha podido y ahora tampoco se puede.
Pareciera que las autoridades se afanan por hacer realidad aquello de: “La salud va y viene, lo que de veras importa es el dinero”. ¡No lo dijo Trump, sino la 4T!
POR TERE VALE
COLABORADORA
@TEREVALEMX
MAAZ